Said Jedidi es embajador de la paz por el Circulo Universal de Embajadores de la paz (Suiza-Francia) periodista y escritor
Seguimos sin gobierno y lo que es menos lógico: sin noticias del desarrollo de las negociaciones para formarlo.
En cambio seguimos nadando en medio de un océano de psicologías de rumor y de desaciertos de muchos. Del discurso real de Dakar… nada de nada. Nadie quiere o se atreve a decir esta boca es mía.
No obstante el epicentro de las descalificaciones y de las acusaciones se ha desplazado un poco hacia el interior: la prensa de hoy habla de “disciplines ataques de Abdellatif Ouahbi a sus propios dirigentes”, el cual, según estos rotativos ha ido hasta pedir “la dimisión de la dirección de su partido: el PAM del que es uno de los máximos dirigentes, lo que le ha valido, cuando menos, enigmáticas “replicas” de un dirigente de la RNI. El letrado Ouahbi ha sido acusado por este ultimo de formar parte de “células durmientes del PJD infiltradas en todos los partidos políticos del país”.
¡Tan fuerte es este PJD! o, quizás los hay que no saben lo que dicen. Lo cierto es que el punto de inflexión en la ecuación de aliados y adversarios (políticos) se está desplazando, trascendiendo la formación del gobierno y lo que podría ser la próxima mayoría gubernamental.
En este orden de ideas difícilmente no constatar que los ataques contra el PJD también estrenan procedencia, lo que traduce cierto estado de ánimo de algunos políticos que, hasta ahora, controlaban sus nervios y su irritación y que anuncian un giro de 180 grados en las relaciones entre la próxima mayoría y la futura oposición.