No es fácil luchar contra la razón y el derecho, aunque parezcan molinos de viento. Pero el Sancho Panza español del Polisario que son las asociaciones de solidaridad con “el pueblo saharaui” lo hacen todo para convencerle de que son la razón y el derecho.
Pero… muchos violines, buena música, pocos violines música regular, sin violines no hay música.
Y al parecer para Argelia y su “causa saharaui” en España estamos aun en pocos violines pero la mayoría de los entusiastas de antaño han decidido abandonar el barco de la impostura. No son tiempos de esperar que suba el precio del barril del petróleo.
Total: Dos Quijote sigue azotando en el Gulag argelino de Tinduf, pero con algunas incursiones con su ya, cada vez más vetusto caballo y desgastada armadura, en España, donde se le escucha poco y se le cree menos. Argelia va a tener otros problemas. De hecho ya los va teniendo: un presidente invisible, anulación de visitas de Estado sin dar razones, generales que proclaman en vez alta y en mayúscula o nosotros o el caos y una población argelina que comienza a considerar al Polisario como una horrible mala para. “Desde que está aquí, de mal a peor”.
Lo peor falta por venir y vendrá. En espera en sus transacciones comerciales con el Polisario: camellos que se facturan pero ni se compran ni se dan aunque si se venden, medicamentos que van a parar a Nuakchot o a Bamako y leche de polvo para los bebés que se vende en Niamey, representantes de estas asociaciones de solidaridad con el “pueblo saharaui” se hacen discretos en los hoteles de Argel, sobre todo Lourasis.
Son tiempos de vacas flacas…
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