El buque oceanográfico Cornide de Saavedra, mpionero en los estudios de fiabilidad del enlace fijó a través del Estrecho de Gibraltar
El Comité Mixto marroquí-español para el enlace fijo a través del Estrecho de Gibraltar celebró, el lunes pasado, su 43ª sesión.
« El objetivo principal de la sesión es establecer los principios y las grandes líneas del plan de trabajo conjunto SNED/SECEG 2023-2025, basado en una visión compartida de movilización de redes científicas y técnicas en sinergia, tanto a nivel nacional en cada país como a nivel internacional, con el fin de capitalizar los grandes logros del pasado, pero también de realizar los cambios necesarios gracias a los avances en el estado del arte en los ámbitos del proyecto », indicaba el mismo día un comunicado del Ministerio de Equipamiento y Agua.
Se trata de una responsabilidad compartida hispano-marroquí con una trascendental dimensión histórica y humana para enlazar dos continentes: Europa (España) y África (Marruecos) lo que nos recuerda la célebre frase del llorado Hassan II “España y Marruecos están condenados (llamados) a entenderse”.
Se trata, asimismo, quizás, sobre todo, de un proyecto de paz, estabilidad y seguridad regionales y mundiales que une dos continentes, dos mundos y una visión del futuro y de una profunda remodelación de las relaciones humanas, de transporte y de comercio entre los dos continentes y en el mundo.
La apuesta por el futuro siempre es ganadora.
Desde aquella pionera misión del buque oceanográfico Cornide de Saavedra de la que servidor fue (RTM), junto a mi amigo y colega Naim Kamal, entonces reportero del diario Opinión, testigo ocular, las ambiciones de los dos vecinos, España y Marruecos, nunca se han apagado.
Hoy, tras un reposo del guerrero, vuelve a renacer la esperanza y la voluntad de mejorar este mundo en todos los sentidos.