El letrado Saad Sahli es abogado en el Colegio de abogados de Rabat
La noticia es inquietante, incluso muy inquietante y debía/debería acaparar todas las atenciones en Marruecos: Los hospitales del país atraviesan, desde hace semanas, una preocupante escasez de sangre. El nivel de las reservas de sangre en muchos centros del pais de transfusión sanguínea suscita vivas inquietudes y es calificado incluso de “catastrófico”.
Algunas regiones, como la de Casablanca-Settat contemplan lanzar una campaña de donación de sangre a partir del 5 de septiembre.es decir, inmediatamente después de la fiesta del sacrificio.
Las demás regiones de Marruecos deberían hacer lo mismo e incluso antes. La cuestión no puede, bajo ningún pretexto, ser postergada. Se trata de la salud de los marroquíes y nadie en este país se ha retrasado nunca cuando este tipo de circunstancias lo exigía tanto más que todo apunta hacia el hecho de que las escazas cantidades en los bancos de sangre están lejos de poder responder a las necesidades de los pacientes de los hospitales regionales e incluso de las clínicas privadas.
En la capital, a raíz de un efímero llamamiento, 200 personas han respondido presente, lo que no es poco. Con una campaña organizada y llamamientos estudiados, el problema dejaría de existir en menos de 24 días ¿Qué es lo que se espera?
La urgencia del problema exige la intervención de todos: poderes públicos, ciudadanos y todos los que puedan aportar su grano de arena. Y es que es un problema que no siempre ocurre a los demás.
