El escritor a través sus escritos refleja su vida, lo que piensa y lo que siente. Cada uno de sus personajes es un fantasma que le brota desde el fondo del alma. Conocidos por el mundo de las letras o no, todos somos escritores, es un don que Dios le otorgó al hombre al nacer, al darle el beneficio de la palabra. Ellos realizan las aventuras que conciben en la imaginación, aunque ninguno acabe siendo su retrato más perfecto. Desde el niño que utiliza una ramita para escribir “mamá”, sobre la página de tierra en medio del monte. El enamorado que escribe la palabra “amor” sobre la página de arena de una playa con sus dedos. El fugitivo que huye de su propia sombra estampando su nombre en el tronco del árbol. La madre que escribió entre “lágrimas” sobre una cruz de madera el nombre del hijo que le llevó la guerra. La novia que plasmó un “te amo” en un trozo de papel que jamás llegó a destino. El que escribió “Dios” ten piedad, en la puerta de un templo, el que, el que…¿cuántos grandes desconocidos escriben loas a la patria, a la amistad, a la vida, a la muerte, al pecado y al perdón, al afecto y hasta al odio?¿cuántos grandes escritores desconocidos para el mundo y hasta para sí mismos, en el anonimato, los errores ortográficos, puntos, comas, espacios, rimas, escriben las poesías más bellas y dulces que desaparecen en las manos del silencio? Rendimos homenaje al escritor que impulsado como un artesano de la palabra escrita, es capaz de inclinarse instintivamente hacia las grandes causas como Don Quijote -el caballero de la triste figura, el loco soñador que luchaba contra los molinos de viento en defensa de sus nobles ideales- y no abandona sus convicciones de justicia y libertad con el coraje de quitarse los chalecos de fuerza que mucha veces nos impone el entorno social y puede transportarse hacia el vuelo libre de la fantasía y los dictados de su corazón. Feliz día a todos a todos los escritores que estampan permanentemente sus sentimientos con el pudor de los nobles.
