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Ese país tocado por la varita mágica Por Dr. Mohamed Bouissef Rekab
Reflexiones


Profesor/Analista
Érase una vez un pueblo que contaba con unos cuantos miles de habitantes y que se movía de manera libre y en paz en una extensa superficie, en una maravillosa tierra que abarcaba gran parte del Mediterráneo y una amplísima franja en la parte del Atlántico, y que nadie pensaba en provocarle para pedirle que saliera de una región o de otra. Era un espacio asombroso, bello por naturaleza, era la magia de esos espacios bañados por el sol y el mar. Los dioses del olimpo lo señalaron con su varita mágica.
Con el paso de los años y del advenimiento de las fronteras entre países y del criminal papel de la colonización a través del mundo, los países llamados “desarrollados” del momento, pensaron en apoderarse de las riquezas de esas tierras y aprovecharse del esfuerzo de sus habitantes.
La lucha de esos pueblos nunca dejó de importunar a los colonizadores hasta que, vencidos éstos, se vieron obligados a irse a sus metrópolis con la cola entre las patas; por desgracia dejando tras sí una estela de malicias que con el paso del tiempo originarían odio y tristeza entre los habitantes de esas tierras.
El colonialismo establece las fronteras entre los Estados que considera aprovechables para sí, sin tomar en cuenta a quién pertenece tal o cual territorio; así esas fronteras instauradas por los colonos dan lugar a la constitución de un “territorio nacional” sobre el que el Estado recién independizado podía ejercer un poder soberano, sobre el papel. En la realidad, esos Estados recién independizados seguirían siendo satélites de la metrópoli y ésta seguiría sacando provecho de las riquezas de esos países.
¿En qué pueden ser iguales o distintos los pueblos de los países independizados? Veámoslo:
-La antropología estudia al ser humano de manera integral: sus características físicas y su cultura. Intenta abarcar las estructuras sociales del presente y la evolución biológica así como el desarrollo de los modos de vida de antaño y de la diversidad de expresiones culturales y lingüísticas.
-La geografía describe la representación gráfica del espacio dando amplias explicaciones sobre la superficie terrestre y de las personas que la habitan.
-La sociología analiza de manera científica a la sociedad humana dando explicaciones de los fenómenos colectivos producidos por las actividades de los seres humanos dentro del contexto en el que se encuentran inmersos.
Las tres ciencias sirven para dar una descripción explicativa en la que se produjo la territorialidad y que establece fronteras “simbólicas” entre los dos países que aquí nos interesan: Marruecos y Argelia. Dos pueblos hermanos que están enfrascados en graves problemas fronterizos porque el colonialismo les tendió la trampa de “nunca llegaréis a ser nada sin nosotros”.
La metrópoli, antes de irse del norte de África, creó una serie de líneas que en su momento les interesaban para su provecho; estas fronteras “creadas por el colono” terminan vinculadas con el poder. Y este poder es el que está fomentando la ruptura entre los habitantes de los espacios que deberían ser los que nos unan, no que nos separen.
Hablamos la misma lengua, profesamos el mismo credo y tenemos las mismas preocupaciones: argelinos y marroquíes hermanos para siempre a pesar de aquellos que lo ven de otro modo: el poder es una cosa y el pueblo es otra muy distinta. Caer en la trampa de los colonialistas es admitir que ellos han ganado; no aceptemos el lema “nunca llegaréis a ser nada sin nosotros”; la lucha no debe ser entre nosotros, sino que juntos luchemos por un futuro común que demuestre que sin ellos sí podemos.