España tiene que mantener « las mejores relaciones » con Marruecos, dados los intereses multidimensionales que comparten ambos países, afirmó, anoche, el ministro español de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares.
Invitado a un programa del canal « 24 Horas » de la televisión española, Albares subrayó que España tiene que mantener “las mejores relaciones con Marruecos”, país con el que comparte muchos retos.
Según él, las relaciones de su país con Marruecos deben ser una política de Estado aplicada en beneficio mutuo, destacando la profundidad de los lazos que unen a ambos países en todos los ámbitos.
El titular de Exteriores recordó que más de 6.000 empresas españolas exportan a Marruecos productos por valor de 12.000 millones de euros, precisando que 1.200 empresas españolas están establecidas directamente o a través de sus filiales en Marruecos.
Igualmente, destacó que la cooperación en materia judicial y de seguridad permite desmantelar las redes yihadistas que amenazan a ambos países y luchar contra las mafias de tráfico de personas, resaltando la contribución de la comunidad marroquí residente en España al desarrollo económico y social de este país.
El ministro se felicitó también por los resultados positivos de la gestión de la cuestión migratoria entre Rabat y Madrid, afirmando que en el primer trimestre de 2023 las llegadas de inmigrantes irregulares descendieron un 63% en Canarias, mientras que en Grecia e Italia aumentaron un 95% y un 300% respectivamente.
En este sentido, Albares valoró positivamente la nueva etapa iniciada entre ambos países hace un año, señalando que esta nueva etapa se basa en « principios más sólidos ».
El jefe de la diplomacia española sostuvo que la posición del gobierno español respecto a Marruecos es muy clara y sin ambigüedades, agregando que esta posición está expresada en la declaración del 7 de abril de 2022 y en la Declaración Conjunta que clausuró la XII Reunión de Alto Nivel.
Esta posición se basa en la colaboración, el respeto mutuo, la no injerencia en los asuntos internos, la ausencia de actos unilaterales y la responsabilidad, concluyó. Map