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España/Polisario Un comercio lucrativo llamado: Derechos humanos

Grave es una situación en la que se vulneren los Derechos Humanos de forma sistemática, el hacinamiento de hombres mujeres y niños sin las mínimas dignas condiciones, estamos hablando de los campamentos de secuestrados de Tinduf, Argelia, pero  aún es más grave que quienes dicen defender esos derechos sean  los que comanden  que no lleguen las subvenciones humanitarias , que solventarían parte de la problemática y que se alían con aquellos que cometen los asesinatos y secuestros, las violaciones y los robos. El lobo cuidando del gallinero.

Parémonos por favor, un momento. La rueda en la que tan rápidamente giramos entre la corrupción, la opacidad y el descrédito parece adormecernos en la cuna de la ´normalidad´.
No es lo mismo defender los derechos humanos que los propios intereses. No es lo mismo defender los intereses del país al que representas y donde has sido democráticamente votado y elegido para ese cargo,  que favorecer los intereses de lobbies  extranjeros porque bajo cuerda te enriquecen, y encima hacerlo sin que haya mecanismos de control que favorezcan la transparencia que esta situación requiere. No es lo mismo, es peor, infinitamente peor.
Considerar activistas políticos a unos asesinos que tras cometer los homicidios se orinaran en los cadáveres es posicionarse en el bando de la demencia, mas no parece importar siempre que sea el que genere provecho.
Estamos hablando de la “Fundación Sahara Occidental”,  quien presentó  el 28 de noviembre de este año en el Parlamento Europeo sus conclusiones sobre el proceso judicial del grupo de presos de Gdeim Izik.  Y nos preguntamos sobre estos ´altavoces’ de la propaganda pro-Polisario: ¿Dónde están para defender los intereses de sus propios compatriotas? Casi 300 ciudadanos entre canarios, andaluces, vascos y gallegos, civiles y militares, han sido asesinados por el Frente Polisario durante las décadas de los 70 y los 80, y más de medio centenar de secuestrados, ¿ellos no importan? ¿No es ´progre´ luchar por estas víctimas olvidadas?
Si ésta es la objetividad y la neutralidad que se requieren para cumplir con el papel de observadores, mejor que se dediquen a otros menesteres.
La Asociación Canaria de Víctimas del Terrorismo (Acavite) es coherente: Rechazan participar en cualquier acto o jornadas en las que participen representantes del Polisario S.L, por consideración a sus muertos,  y  consideran como de indecente e improcedente  el acercamiento político a esta banda: “Los ejecutivos deberían apoyar a las familias de los asesinados y a los que sufrieron las torturas de los terroristas y no perpetuar al Frente Polisario” (Lucía Jiménez, presidenta de Acavite)
Otros no gozan de tanta coherencia, y en nombre de la solidaridad hacen campañas con excusas en la necesidad del pueblo saharaui,  para recaudar fondos cuanto mayores mejor, porque mayor será el  beneficio embolsado. Este es el caso de algunas ONG,  verdaderos profesionales de la estafa, burócratas y técnicos que en nombre del altruismo y la filantropía se aprovechan y lucran sin ningún pudor.
Subvenciones conseguidas de las arcas públicas españolas que no son inspeccionadas con la rigidez y transparencias que sería conveniente. Fuentes marroquíes fueron de los primeros en dar la señal de alarma, y  han señalado con ironía que como fruto de estas malversaciones “algunos dirigentes del Polisario han acumulado, en pocos años, fortunas dignas de la clasificación de Forbes”.  Y aún sin mencionar su implicación en delitos aún peores, como el tráfico de armas o estupefacientes.
La misma Unión Europea ha revelado un gran desfalco  perpetrado  con las ayudas en las últimas décadas. En diferentes informes se constata la venta en los mercados vecinos de Argelia, Malí o Mauritania de los productos embalados aún con el anagrama europeo y que no han llegado a su correcto destino. La complicidad de las autoridades argelinas que sin dejar que el Alto Comisionado de la ONU cense la población refugiada en los campamentos, juega con la exageración de las cifras para lucrarse con la diferencia. El Polisario S.L  con su propaganda política sigue fingiendo su eterno plan de separatismo mientras que lo que verdaderamente le interesa es recolectar la máxima ayuda internacional.
En España se ha denunciado ante la Fiscalía Anticorrupción el presunto fraude de casi 20 millones de euros detectado en la gestión de la ayuda económica que diferentes  ONGs canalizaron entre 2003 y 2007 y que estaba dirigida a la población de los campamentos saharauis en Tinduf, Argelia.  Son muchos los cómplices, encubridores y cooperadores parásitos  en este masivo fraude y la lista está encabezada  contra el Polisario y la Coordinadora Estatal de Asociaciones solidarias con el Sahara, CEAS-Sahara. Un lucrativo negocio que se apoya en la desgracia ajena, y que lleva curiosamente más de cuatro décadas siendo encabezado por los mismos responsables  y el mismo presidente de la Coordinadora  Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sahara, José Taboada.
Secuestros de más de 40 mujeres y algunos varones,  como los denunciados en España, partícipes del programa “Vacaciones en paz”, organizado por esta gente, y que si tiene algo de publicidad es porque los familiares y amigos de los afectados se encargan de que permanezca viva la denuncia. Estos grupos que dicen abanderar la solidaridad no han mostrado interés alguno en estos secuestros. Tampoco han encontrado apoyo de los llamados ´progresistas´ identificados con la izquierda, que en ocasiones han pretendido ideologizar su lucha.
 Muchas  de estas organizaciones de “Derechos Humanos” se cruzan de brazos porque son simpatizantes del Polisario o porque incluso reciban financiaciones que no quieran perder.
¿Y? ¿Pasa algo? Aun conociendo todas estas evidencias, todavía hay parlamentarios españoles que se consideran ´progres´ y siguen aplaudiendo lo indefendible y han entregado sus argumentos no al interés de su propio país, sino  a una banda golpista militar que controla a un grupo  liderado por un fugado de la justicia, Ibrahim Gali, acusado entre otros delitos de violar a su propia traductora cuando era gerente del Polisario en Argel,  para ejercer de lobby en el Parlamento Europeo en contra de Marruecos. Cierran los ojos ante las torturas y los secuestros de los campamentos de Tinduf. Esto se llama ´comercializar´ con los Derechos Humanos. En política sólo sirven para hacer ruido, se alquilan…
A veces me hago un ovillo en el sillón y me pierdo de este mundo. Aunque siempre me digo, y recomiendo al que quiera admitir el consejo: Para ser feliz, que lo que hagas durante el día te permita dormir tranquilo por la noche. 
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