Aclaro, de antemano que importa muy poco cómo me llamo, ni de donde soy ni como he llegado hasta aquí, sino lo que voy a revelar, porque a excepción de una sola hermana, internada hace 11 meses en un hospital de Nuakchot, antes de decidir regresar a su país: Marruecos, toda mi familia (15 miembros entre próximos y lejanos parientes) sigue, como la inmensa mayoría de su población, rehén del Polisario en los campamentos de Tinduf pero esto no lo sabrán a través de España y sus laberintos de “derechos humanos” y de “solidaridad’ internacional… preferente y casi exclusivamente con una ínfima parte de los saharauis.
Todo acaba de quedarse sin mascara. El Polisario y sus apoyos a estafar al Estado español. Una miliciana del Polisario, con tres direcciones ficticias y tres becas y ayudas a los desfavorecidos pretendía presentarse con el neo comunista Mas-Madrid para las elecciones municipales.
No en Tinduf, sino en Madrid. Y no con el Polisario sino con Mas Madrid. Afortunadamente para los españoles y desgraciadamente a los ladrones de los impostores del Polisario, las autoridades españolas han descubierto la estafa y el engaño que no se limita únicamente a la usurpadora de las direcciones y residencias, sino a todos los polisarios en España.
Olor a la guerra fría, ninguna ley, ningún derecho protege a las estafadoras y que zarpa o no el barco adoptivo es una cuestión moral y de honestidad política y de ética.
Los que protegen a las estafadoras son estafadores. España acaba de descubrir la naturaleza humana de estos que pretenden ser refugiados y que viven como reyes magos, engañando a municipios que les adoptan y mordiendo la mano que les da de comer y de calumniar a… Marruecos.
Así es y fue siempre el Polisario y sus aves de rapina en España y así son en todo el mundo a donde llegan en los brazos de la junta militar argelina.
Que este barco no zarpara, les quitaría un peso a los españoles.