Los jefes de la banda del Polisario multiplican los desplazamientos a Lagouira. En los campamentos argelinos de Tindouf se comienza a preguntar si la banda tiene la intención de instalar un campamento en la zona atlántica.
Los que se preguntan por este nerviosismo de los dirigentes polisaristas y sus continuos desplazamientos a la mencionada ciudad, también se preguntan por las razones. Estas son:
En un primer paso para “liberar” el campamento de Tindouf a fin de explotar en el 2017 una mina de hierro, ubicada en el Sahara oriental. el régimen argelino acaba de desalojar a centenares de personas del llamado “campamento de Dakhla”.
Ante los intereses y dividendos de la cúpula militar argelina no caben sentimientos de humanismo ni de humanidad.
Los jefes de las milicias del Polisario lo saben y lo han constatado: después de los subsaharianos les va a tocar el turno a ellos.
En los campamentos mismos prevalece, desde hace semanas, un suspense en cuanto al futuro porque, desde hace mucho tiempo, la población de los campamentos ha dejado de confiar en las autoridades argelinas.
Por su parte la cúpula polisarista muestra unas insospechadas e insospechables prisas de encontrar otro lugar donde poder seguir con su impostura.
Los hay que comienzan a acariciar la idea del País Vasco o Cataluña. ¿Por qué no? Porque Laguira es imposible. Marruecos está “al loro”.