Gesto noble de un rey noble: La confidencia de un cacique polisarista

Aclaro, de antemano que importa muy poco cómo me llamo, ni de donde soy ni como he llegado hasta aquí, sino lo que voy a revelar, porque a excepción de una sola hermana, internada hace 11 meses en un hospital de Nuakchot, antes de decidir regresar a su país: Marruecos, toda mi familia (15 miembros entre próximos y lejanos parientes) sigue, como la inmensa mayoría de su población, rehén del Polisario en los campamentos de Tinduf pero esto no lo sabrán a través de España y sus laberintos de “derechos humanos” y de “solidaridad’ internacional… preferente y casi exclusivamente con una ínfima parte de los saharauis.

Era esta misma mañana en la casa de un amigo común en Nouadibou. Hablábamos del discurso del Trono del rey de Marruecos y de repente una confidencia de quien en el gulag argelino de Tinduf ha acumulado una increíble fortuna. “La clarividencia del rey de Marruecos, dijo H.MES, es el principal enemigo de, tanto de Argelia como del Polisario”. Masticaba las palabras como si desearía no decirlas.

Los repetidos gestos de nobleza del soberano marroquí hacia quien difícilmente puede apreciar la nobleza, tienen el efecto de un mazazo, ya que, a excepción de algunos anacrónicos en España que viven del sufrimiento de los rehenes del Guantánamo argelino de Tinduf, el mundo saluda la magnanimidad del rey Mohamed VI, su valor moral y su valentía política y geopolítica.

En el Polisario, según H.MES, no son pocos los que creen que la actual situación de tira y afloja entre Argelia y Marruecos no es/no puede ser eterna. El futuro, según él, asusta a la cúpula del Polisario que sabe que n o podrá hacer nada ante una evolución de las relaciones argelino-marroquíes.

“El Rey Mohamed VI sabe lo que hace y sabe a lo que pueda conducir”, explicaba casi vomitando H.MES y como ya hemos visto muchas de sus gestiones, tarde o temprano su mano tendida a Argelia encontrará oídos receptivos”.

El hombre, como si se diera cuenta de min presencia, se calló bruscamente, cambiando de tema.

Mucho mejor… lo que dijo era suficiente.