El nacimiento de un medio de información, en cualquiera de sus formatos, al margen de su línea editorial o ideológica, es siempre una grata noticia, eso sí, siempre que sea respetuoso con la libertad de expresión, porque si no estaríamos hablando de un mero patento para consumo de grupos determinados con ideas prestadas y dispuestos a escuchar o leer solo aquello que alimente sus prejuicios.
Por eso me alegra la creación de este sitio, máxime, cuando es un foro en el que nos podemos comunicar y expresar en español, lengua por la que me siento representado, si tenemos en cuenta que es la lengua de mi aprendizaje y de comunicación rutinaria, que compagino con mi lengua materna o vernácula, que es el tamazight, dos lenguas que no consiguen llenar del todo
el vacio que me produce el desconocimiento de la lengua Árabe y el darilla, lenguas que compartiría con la totalidad de los pueblos hermanos magrebíes y facilitaría la comunicación con casi todo el mundo musulmán.
Sin duda, considero que la lengua española, que conocen más de cuatro millones de marroquíes, sigue siendo una lengua, si no menospreciada, al menos infravalorada, una
Situación de la que en principio asume parte de responsabilidad España, la propia francofonía imperante, y como no, una elite política proclive a la hispanofobia. Una pena, si tenemos en cuenta que es un instrumento fundamental para la construcción de cualquier relato dirigido al vecino del norte, y como no, un instrumento de comunicación con el continente americano, desde el que poco se sabe de Marruecos.
Por ello aprovecho ésta ocasión para felicitar y reconocer el esfuerzo de Said Jedidi, mi maestro, que no tiene más defecto que el de no ser de Melilla, por la iniciativa de crear éste
lugar de encuentro y espero que de debate, porque estoy convencido que será un instrumento de encuentro entre dos orillas que viven cerca, se conocen poco, comparten mucho y los aleja
poco que parece mucho. Marruecos y sus hispanoparlantes tienen ante sí la oportunidad de extender puentes, no solo con España y América, también con nuestro sur, con un Sahara quetambién necesita de comunicación, es necesario, además de la diplomacia y la política, la comunicación fraternal y el español es una buena lengua de comunicación para tal propósito.
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