
Mi voluntad es de acero.
en Jerusalén ciudad de la paz,
el sionismo se siente audaz,
gracias a la ausencia del jefe ‘arabael’,
ciervo del imperialismo y a lo que llaman ‘israel’,
sin amor propio ni dignidad,
con toda humildad,
se postra ante su señor en la Santa Ciudad,
sin ambición de liberar ni voluntad,
la primera Qiblah citada en el Corán,
sin ningún afán,
por hacer sólo un ademán,
para no justificar al sionista su desmán,
pero la esclavitud es su deseo e imán,
siguiendo el camino de satán,
noche y día malditos sean,
escupimos sobre vosotros desde Tetuán
Tánger 03/11/2017