El 21 aniversario del acceso de SM el Rey Mohammed VI al trono que los marroquíes celebramos el 30 de julio, es una ocasión renovada que ilustra la fuerte simbiosis entre los marroquíes y el trono alauita y un momento de gran importancia en la vida de la Nación para resaltar las realizaciones en los últimos años y aspirar a más logros para construir un país moderno y próspero. La fiesta del trono llega este año en circunstancias excepcionales por la pandemia de la COVID-19 lo que no evita que como todos los años, constituya un recordatorio y una reafirmación de la comunión entre el pueblo marroquí y la dinastía alauita, una comunión forjada por la lucha común por la libertad y la independencia, y para dar testimonio de la grandeza de una nación, la solidez de sus instituciones y la confianza de su pueblo en un futuro que responda a los deseos de los marroquíes de vivir en desarrollo, prosperidad, seguridad y dignidad, gracias a una monarquía que garantiza la perennidad y la continuidad del Estado.