El Sahara fue siempre marroquí y no será nunca otra cosa
Said Jedidi es periodista y escritor. Director de ingfomarruecos.ma y de conacebntomarroqui.blogspot y embajador de la Paz por el Circulo Universal de Embajadores de la Paz (Suecia/Francia)
El presidente del partido francés Les Républicains (LR), Éric Ciotti colgaba hoy en su perfil de Twitter “En el tema del Sáhara Occidental, la soberanía de Marruecos es indiscutible. ¡Es urgente resolver este tema estratégico!”.
En parecidos términos se ha pronunciado Estados Unidos y la mayoría de los países del mundo.
Frente a ello, residuos de la guerra fría, tanto Estados como gremios políticos, nadan en sentido contrario. Es el ejemplo de Venezuela, de Cuba o de algunas republicas bananeras, sin recursos energéticos y sin posibilidad financieras para obtenerlos.
Entre la anomalía y la anacronía. Los que tienen amigos. Los tienen enemigos y los que no tienen màs que intereses como la junta militar argelina.
Ejemplo entre ejemplos: En Perú y en Colombia, con regímenes normales políticamente correctos, optan en el expediente del Sahara marroquí, por el sentido común. Inflexiones llevan al poder a ex guerrilleros o “izquierdistas” de pacotilla, convulsionando las coordenadas de políticas exteriores de sus países, reconociendo a campamentos de refugiados, según la ONU, como Estados con sus embajadores en Argel, acumulando dos representaciones diplomáticas. Más surrealista imposible.
En síntesis, para Argelia y los que giran en su órbita la cuestión del Sahara no obedece a ningún principio ético ni moral, sino a imperativos ideológicos y geopolíticos, cuando no de “necesidad” que es la madre de las ciencias.
De donde no seria exagerado distinguir entre lo efímero y perecedero y los duradero y real. Dicho más claramente: entre una soberanía histórica y una usurpación identitaria.
Prescindiendo de estos factores pura e inmoralmente ideológicos, queda la realidad:
El Sahara es marroquí. Nunca fue otra cosa y nunca será otra cosa.
