Said Jedidi es periodista y escritor. Director de ingfomarruecos.ma y de conacebntomarroqui.blogspot y embajador de la Paz por el Circulo Universal de Embajadores de la Paz (Suecia/Francia)
Anoche en Tetuán, en el curso de una conversación con mi buen amigo Alfredo M. Me dio una idea. Esta:
Cuando terminé de explicarle las razones y las verdaderas motivaciones de la obsesión de los regímenes argelinos contra Marruecos, sin explicar por qué ni expresar criterio o reacción algunos,Alfredo me sugirió publicar lo que le acababa de explicar.
Era esto: Tanto de tergiversar la realidad sobre Marruecos, buscar sus trapos sucios y cuando no los encuentra los inventa, la actual junta militar argelina y sus predecesoras se han encontrado rehenes de la circunstancia: O bien explicar (convencer) a los argelinos a los que han intoxicado e introducido en el error con aquello de Goebells de que “una mentira mil veces repetida adquiere forma de una verdad” inventando deficiencias y defectos a su imaginario enemigo para justificar el colosal presupuesto dilapidado, tratando de desestabilizarlo, sin lograrlo o bien tratar de ganar tiempo esperando desesperadamente un “milagro” para probar algún éxito en su realismofobia para con Marruecos.
Un dilema que explica el por qué el régimen militar argelino ha acabado por padecer un síndrome marroquí que le pueda conducir hacia el caos y exponerlo a graves problemas.
A la pregunta de mi amigo Alfredo (que de hecho no veía desde hacía casi 14 años) sobre lo que debe hacer la junta militar argelina, le contesté: optar por la lógica de sensatez. Lo que no se ha podido obtener en casi medio siglo no se podrá obtener en los próximos 100 siglos.
Sin comentario alguno, Alfredo se ha limitado a decirme despidiéndose “Eres Said de siempre. Nunca cambiarás’”.