De la venta de los pequeños saharauis para su evan,gelizacion a la venta de espejismos. El especialista de estas ventas es el representante de la milicia del Polisario en España (el primero a la derecha, tratando de ocultarse)
Aclaro, de antemano que importa muy poco cómo me llamo, ni dedonde soy ni como he llegado hasta aquí, sino lo que voy a revelar, porque a excepción de una sola hermana, internada hace 11 meses en un hospital de Nuakchot, antes de decidir regresar a su país: Marruecos, toda mi familia (15 miembros entre próximos y lejanos parientes) sigue, como la inmensa mayoría de su población, rehén del Polisario en los campamentos de Tinduf pero esto no lo sabrán a través de España y sus laberintos de “derechos humanos” y de “solidaridad’ internacional… preferente y casi exclusivamente con una ínfima parte de los saharauis.
La milicia del Polisario presenta en España su entidad fantoche “RASD” como “república árabe…”.
¿árabe?! árabe de qué! Gato por liebre y no es posible creer que Yolanda Diaz conoce el “problema” más que los países árabes que, unánimemente apoyan a Marruecos y su integridad territorial.
Al no encontrar oídos receptivos en el mundo árabe, su fundador, el difunto coronel Gadafi, antes de dar un giro de 180 grados tras su reconciliación con el difunto rey Hasán II, confiando su criatura a su homólogo argelino, también difunto, el coronel Boumedian, había decidido autoproclamarse africano y, por consiguiente, cambiar lo de “árabe” por africano.
No vivió para hacerlo y el llorado soberano marroquí lo ha “disuadido”.
¿Se han preguntado Yolanda Díaz y los que aun apoyan lo que queda de esta efímera banda armada sobre la posición de los países árabes en torno a este espejismo argelino?
Hasta en su nombre hay engaño y estafa. Tiene menos árabe que su mentor argelino de un país serio.
Una impostura creada sobre espejismos, sobre mentiras y sobre engaños. Nada es verdad: desde su usurpado nombre hasta sus ladridos en España y fuera de ella.
El Polisario es Argelia y Argelia es el Polisario. Lo demás es palabrería e insanos intentos de legalizar lo inexistente e ilegal.