Los “Eternos Sabios” de Argelia y sus Titiriteros del Polisario: Crónica de Lío Anunciado
Mi identidad no importa, solo mi mensaje. Mi hermana ha vuelto a Marruecos tras meses de hospitalización en Nuakchot, pero el resto de mi familia sigue en los campamentos del Polisario en Tinduf, olvidados por la “solidaridad” internacional y los “derechos humanos”.
La decisión de Arabia Saudí de posponer la quinta cumbre árabe-africana ha sido recibida con satisfacción por Marruecos, que considera que la fantasmagórica República Árabe Saharaui Democrática (RASD) no es más que un movimiento ilegítimo que representa una real amenaza para la paz y la estabilidad en la región.
No es secreto para nadie que la RASD es un movimiento separatista que reclama la soberanía sobre el Sáhara, un territorio reconocido internacionalmente como parte indivisible de Marruecos. La RASD fue creada por Argelia en 1976, sin el consentimiento del pueblo saharaui. El referéndum de autodeterminación de 1991, que fue boicoteado por la RASD, mostró que la mayoría del pueblo saharaui apoya la soberanía marroquí.
La presencia de la RASD en la Unión Africana es una violación del principio de la inmutabilidad de las fronteras, que es fundamental para la paz y la estabilidad en África. La RASD socava este principio al reclamar la soberanía sobre un territorio reconocido internacionalmente.