“Se acabó el miedo, se evaporó el pánico, y una nueva era de liberación ha comenzado"
al3omk Al Magrebi
Aclaro, de antemano que importa muy poco cómo me llamo, ni de donde soy ni como he llegado hasta aquí, sino lo que voy a revelar, porque a excepción de una sola hermana, toda mi familia (15 miembros entre próximos y lejanos parientes) sigue, como la inmensa mayoría de su población, rehén del Polisario en los campamentos de argelinos de Tinduf y víctima de laberintos de “derechos humanos” y de “solidaridad’ internacional… La situación de la población de estos campamentos es real y potencialmente inquietante. Atada a la vida, la gente se pregunta con qué derecho fue sometida a tantas humillaciones y a tantos atentados contra su dignidad saharaui. Cunde la desconfianza y la parquedad. Desaparecen trágicamente la solidaridad, la fraternidad y el amor al prójimo. La gente no busca más que sobrevivir para el día siguiente con la eterna pregunta de que si alguna ayuda humanitaria internacional u otra limosna haya llegado al campamento y, sobre todo, si les va a llegar.
En los campamentos, a pesar de la inhumana represión de las hordas del Polisario, el exquisito humor saharaui desafía el horror y la opresión con ideas-anécdotas que ilustran el hastío de estos secuestrados en este gulag argelino de Tinduf. “Esta represión si que es real, no como las guerras y las victorias contra el ejercito de Marruecos”, ironizaba una anciana, en alusión a la contienda del aparato represivo del Polisario contra la indefensa población del llamado campamento de Dajla.
El Polisario despliega tropas que muchos en estos campamentos sospechan que contienen a militares argelinos disfrazados. “La historia de Mauritania y de Marruecos se repite, pero esta vez en contra de lo que, para su baja propaganda, son “hermanos”.
Horror en Ramadán. No respetan ni las mujeres ni los niños ni los ancianos. ¿Quién ha dado la orden y quién está dando las ordenes?
Los rehenes de Tinduf lo saben. “Se equivocan. Esta vez va a ser distinta”. La chispa del campamento de Dajla se extiende a otras partes del Guantánamo argelino en Tinduf. Cubado se pierde el miedo acumulado durante medio siglo, se ganad todo.
“Nada será como ante… nunca. Ha comenzado la liberación que arrastra consigo obligatoriamente sacrificios”, decía un joven con la cara oculta con un turbante palestino en forma de bufanda.
Ni igualdad ni fraternidad. Este es nuestro o de los nuestros, aquél no.
El Polisario presa de sus contradicciones y su retorica seudo revolucionara.