La violencia en Francia es indicativa de un profundo malestar social (The Guardian)
La muerte de Nahel, de 17 años, quien fue abatido a tiros por la policía el martes, no es un incidente aislado sino un acto que refleja problemas más amplios de relaciones raciales dentro de la sociedad francesa y la policía del país, analizó hoy el diario británico The Guardian.
La furia y la violencia estallaron en muchas ciudades francesas luego de que apareciera un video que mostraba el momento en que el joven recibió un disparo a quemarropa en su automóvil. Ha habido 21 tiroteos mortales durante controles de tráfico policiales desde 2020. « La mayoría de las víctimas eran de origen negro o árabe », lamenta el gran rotativo.
En el sentido más amplio, la muerte de Nahel ha resucitado preguntas delicadas sobre el dogma francés de asimilación racial, secularismo e identidad única, cree la publicación.
“Los métodos agresivos, a veces brutales, empleados por la policía francesa fuertemente armada e indisciplinada han sido un problema de larga data”, sostiene el medio, recordando que el problema se destacó durante las manifestaciones callejeras de los “chalecos amarillos” en 2018-19, cuando miles de manifestantes resultaron heridos.
Surgieron problemas similares durante las protestas por la reforma de pensiones este año y las organizaciones de libertades civiles han sido muy críticas con la aplicación de la ley.
El organismo de control de los derechos humanos de la ONU intervino nuevamente la semana pasada y dijo que la muerte de Nahel era un « momento para que Francia abordara seriamente los problemas profundamente arraigados del racismo y la discriminación racial en la aplicación de la ley ».
La incapacidad de la clase política francesa a abordar este problema es una de las razones por las que muchos jóvenes, especialmente personas de color, creen que están en guerra con el sistema, explica el periódico, que señala que Emmanuel Macron fue acusado de irresponsabilidad cuando fue fotografiado en un concierto de Elton John mientras ardía París.
En su intento por recuperar el control, Macron enfureció a los sindicatos policiales al calificar el tiroteo de « imperdonable », incluso cuando sus llamados a respetar la ley y el orden fueron ignorados en gran medida, concluye el diario. Map