Este es el problema en TInduf, en España y en Cochabamba
Aclaro, de antemano que importa muy poco cómo me llamo, ni dedonde soy ni como he llegado hasta aquí, sino lo que voy a revelar, porque a excepción de una sola hermana, internada hace 11 meses en un hospital de Nuakchot, antes de decidir regresar a su país: Marruecos, toda mi familia (15 miembros entre próximos y lejanos parientes) sigue, como la inmensa mayoría de su población, rehén del Polisario en los campamentos de Tinduf pero esto no lo sabrán a través de España y sus laberintos de “derechos humanos” y de “solidaridad’ internacional… preferente y casi exclusivamente con una ínfima parte de los saharauis.
La milicia del Polisario y su mentor argelino se pasan su tiempo desde que el gobierno legitimo de España haya decidido una posición sobre el Sahara marroquí, a insultar al PSOE a su secretario general y todo quien trabaja en/con el gobierno de España.
Para ello recurren incluso a mercenarios españoles sin vinculo alguno ni con el Sahara ni con Marruecos ni con su comanditario argelino. Su único vinculo en el caso es lo que cobran de la ayuda humanitaria internacional destinada, en principio a los rehenes de Argelia y su Polisario en el Guantánamo de Tinduf.
Ironía del destino, cuando un español de origen marroquí, socialista se defiende y defiende a su partido, la banda del Polisario pone el grito en el cielo denunciando a quien responde a sus insultos al secretario general del PSOE y al Gobierno de España.
Y es que, gracias a algunos, el Polisario comienza a creerse inmunizado y con impunidad en España con el pleno derecho de insultar a quien quiere y censurar a quien lo conteste.
Hay tiempo de reflexión y otro de reacción. El Polisario en España como en Tinduf es una seria y grave amenaza a la cohesión social en la primera y a la paz y la estabilidad en la segunda.
