Layun: Esperando a su Rey ( archivo, FOTO: JAVIER OTAZU – EFE).
Aclaro, de antemano que importa muy poco cómo me llamo, ni de donde soy ni como he llegado hasta aquí, sino lo que voy a revelar, porque a excepción de una sola hermana, toda mi familia (15 miembros entre próximos y lejanos parientes) sigue, como la inmensa mayoría de su población, rehén del Polisario en los campamentos de Tinduf, pero esto no lo sabrán a través de España y sus laberintos de “derechos humanos” y de “solidaridad’ internacional… La situación de la población de estos campamentos es real y potencialmente inquietante. Atada a la vida, la gente se pregunta con qué derecho fue sometida a tantas humillaciones y a tantos atentados contra su dignidad saharaui. Cunde la desconfianza y la parquedad. Desaparecen trágicamente la solidaridad, la fraternidad y el amor al prójimo. La gente no busca más que sobrevivir para el día siguiente con la eterna pregunta de que si alguna ayuda humanitaria internacional u otra limosna haya llegado al campamento y, sobre todo, si les va a llegar.
Creo que la legendaria hospitalidad marroquí provoca en los corresponsales españoles y los que usurpan esta calidad una peregrina hostilidad hacia el país huésped.
No viene al caso citar nombres, pero para limitarse a lo más reciente, La ciudad marroquí de Layún, entre otros fue declarada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) « Ciudad del Aprendizaje ».
No vamos a comentar lo superfluo que es la rabia y la confusión en Argelia y en Rabuni (campamentos de Tinduf) porque es de triste notoriedad pública, sino a los que entrecomillan lo de “Marruecos” y los que, por una razón que servidor conoce de sobra, afirman que la UNESO se desmarca de la ONU.
Ingenuo como soy y fui siempre creía que el papel del periodista era informar y no comentar lo que no es apto a comentario o no es de su incumbencia, pero… siempre hay derogaciones o, por lo menos, los corresponsales españoles en Rabat, las inventan.
Los marroquíes no reaccionaron/reaccionan y… por algo será. Hay gato encerrado. Las apariencias suelen engañar, pero no engrupen a todos. Aquí también hay excepciones y los interesados seguramente siguen mi vista y mi dedo.
Les digo una cosa: Layun es tan marroquí como Barcelona, Bilbao, Las Palmas etc. son españolas o… más.
Lo de la UNESCO es uno de los mil aspectos que corroboran la marroquinidad del Sahara y aquí, en este gulag argelino de Tinduf los rehenes lo saben pertinentemente.