Entre ciber-delincuencia y las esposas de los "delegados" el Polisario dilapida el 75 hasta el 80% de la ayuda humanitaria internacional
Aclaro, de antemano que importa muy poco cómo me llamo, ni de donde soy ni como he llegado hasta aquí, sino lo que voy a revelar, porque a excepción de una sola hermana, toda mi familia (15 miembros entre próximos y lejanos parientes) sigue, como la inmensa mayoría de su población, rehén del Polisario en los campamentos de argelinos de Tinduf y víctima de laberintos de “derechos humanos” y de “solidaridad’ internacional… La situación de la población de estos campamentos es real y potencialmente inquietante. Atada a la vida, la gente se pregunta con qué derecho fue sometida a tantas humillaciones y a tantos atentados contra su dignidad saharaui. Cunde la desconfianza y la parquedad. Desaparecen trágicamente la solidaridad, la fraternidad y el amor al prójimo. La gente no busca más que sobrevivir para el día siguiente con la eterna pregunta de que si alguna ayuda humanitaria internacional u otra limosna haya llegado al campamento y, sobre todo, si les va a llegar.
Un amigo argelino me decía la otra vez que “ en la carrera hacia el futuro, Argelia corre con el Polisario en los hombros. Es muy pesado”.
Mi amigo describía de esta forma la imposibilidad de todo despegue de su país, teniendo una inútil carga que le frena. Las milicias cuestan mucho y muy a menudo no sirven para nada. El Polisario figura entre la gratuita y trasnochada dilapidación de los fondos públicos argelinos.
48 años de fan fanfarronadas y Marruecos está donde está y donde va a estar. ¿Qué puede ganar Argelia lo que no ha ganado en casi medio siglo?
Marruecos de bien en mejor, Argelia de mal en peor, es el resultado de equivocarse mortalmente creyendo que con una milicia mercantil como el Polisario puede obtener una salida a sus minerales a un puerto atlántico.
En los campamentos, los secuestrados son conscientes de esta situación. Conocen el estado en que se encuentra, avanza y progresa el Sahara marroquí. Conocen el bienestar, la libertad y la igualdad de oportunidades sin tribalismo sin malversación de ayudas y si cuentas bancarias en el extranjero.
Las poblaciones de Tinduf suenan con regresar a su país: Marruecos.