Los “Eternos Sabios” de Argelia y sus Titiriteros del Polisario: Crónica de Lío Anunciado
Mi identidad no importa, solo mi mensaje. Mi hermana ha vuelto a Marruecos tras meses de hospitalización en Nuakchot, pero el resto de mi familia sigue en los campamentos del Polisario en Tinduf, olvidados por la “solidaridad” internacional y los “derechos humanos”.
¿Recuerdan la última vez que vieron una foto actualizada de los líderes argelinos junto a los polisaristas? Yo tampoco. Deben de estar tan bien guardados en una cápsula del tiempo que ni el Dr. Who podría encontrarlos. Parece que en Argelia, el reloj se detuvo en algún momento del siglo pasado, y no saben cómo darle cuerda. Mientras tanto, en el reino de Marruecos, el tiempo avanza, y hasta han abierto, para mayor inri a la soldadesca argelina, una embajada en Angola.
En el rincón opuesto del mapa, se encuentra el Polisario, nadando en aguas turbulentas de diplomacia chapucera. Estos malos chicos parecen estar siempre intentando colarse en la fiesta diplomática, pero, por alguna razón, la puerta sigue cerrada a cal y canto. Angola se acerca a Marruecos, y el Polisario, en su desesperación, intenta evitar a toda costa que pierdan el apoyo. Pero, francamente, lo que realmente necesitan son unas lecciones de relaciones públicas o, al menos, un reloj que funcione. ¡No parece que estén llevando el tiempo a su favor!
Mientras el mundo avanza hacia el futuro, los « sabios » de Argelia se aferran a un pasado que nadie más parece recordar. ¿Por qué moverse hacia adelante cuando puedes retroceder en el tiempo? Han demostrado que son expertos en la congelación del tiempo y la longevidad política. ¿Los secretos de su eterna juventud? Un círculo vicioso de líderes gerontocráticos que pasan el testigo como un juego de « silla musical ». ¡Ninguna silla se queda vacía!
Así que aquí estamos, observando este drama interminable entre Argelia y el Polisario, un espectáculo de gerontocracia y diplomacia ficticia. Mientras tanto, Marruecos hace su trabajo: mirar hacia el horizonte, construyendo alianzas y avanzando hacia un futuro prometedor para su gente. Al final del día, la diplomacia argelina y el Polisario pueden seguir jugando a su juego del pasado, mientras el reloj del progreso sigue avanzando. ¡Qué par de avejentados gallos desplumados!
