Jihane Jedidi es óptica, periodista, directora de comunidad infomarruecos.ma
Hoy en mi óptica, donde no solo cuido de la visión, sino también de los principios éticos, recordé la antigua historia de Sócrates y sus tres filtros: la Verdad, la Bondad y la Utilidad. Esta anécdota me enseñó una valiosa lección que puede aplicarse en muchas áreas de la vida, incluso en mi óptica.
Una cliente entra a la tienda, visiblemente agitada, y me dice: « ¿Sabes, Jihane, lo que acabo de oír sobre uno de tus competidores? ». Sin embargo, antes de permitirle continuar su relato, le propongo que pase por la prueba de los tres filtros.
En primer lugar, le pregunto: « ¿Estás segura de que lo que vas a decirme es cierto? ». Al igual que Sócrates, a menudo las historias que escuchamos son meros rumores, y es crucial asegurarnos de que lo que recibimos sea información veraz y confiable.
La cliente se toma un momento y responde: « Me acabo de enterar y.. o sea, que no sé si es cierto ». En este punto, aplicamos el segundo filtro, el de la Bondad. Le pregunto si desea compartir algo bueno sobre mi competidor, incluso si la información no es del todo cierta. Sorprendentemente, su respuesta es: « Todo lo contrario ». Esto nos recuerda la importancia de no propagar chismes dañinos y de mantener una actitud positiva hacia los demás, incluso en el mundo empresarial.
A pesar de su respuesta negativa, le doy una última oportunidad con el tercer filtro, el de la Utilidad. Le pregunto si la información que está a punto de compartir conmigo me será útil. Tras un momento de reflexión, la cliente admite: « No mucho ». Esta respuesta me lleva a la conclusión de que si no es cierto, ni es bueno, ni útil, entonces, ¿para qué contarlo?
Al aplicar los tres filtros en mi óptica, no solo garantizo la calidad de la información que circula en el negocio, sino también cultivo un ambiente de respeto y ética. Al igual que Sócrates, esta antigua filosofía nos recuerda la importancia de filtrar la información antes de aceptarla o compartirla, ya que nuestra visión del mundo, al igual que nuestra visión en la óptica, debe estar basada en la verdad, la bondad y la utilidad.
