Gaza: Rueda de prensa entre los cadáveres que, según Biden, paradójicamente no ha asesinado Israel, sino...
Said Jedidi es periodista y escritor, embajador de la paz por el Circulo Universal de Embajadores de la Paz y presidente nacional (Marruecos) de la Asociacipn mundial de escritores en español
En Israel, para confirmar, reconfirmar y reiterar su incondicional apoyo a todas y cada una de las masacres contra los civiles palestinos, el presidente Biden ha hecho gala una total y escandalosa ignorancia de lo que sucede en Oriente Medio e incluso en su Casa Blanca.
Mal informado y peor enfocado, el auto reivindicado sionismo del jefe de la Casa Blanca no le deja ver la realidad, a pesar de que los restos del misil con inscripciones en hebreo contra el Hospital Maamadani atestiguan de forma cruel e irreversible la autoría de tan horrible crimen israelí. Solo tiene oídos para el notorio criminal de guerra y de paz, Benjamín Netanyahu, y su obsesión de sacrificar a todos los palestinos y, de ser posible, a todos los israelíes para mantenerse al frente del gobierno de su entidad sionista.
Tampoco deja ni un ápice de recuerdo de que su predecesor, John Bush, masacró a más de 3 millones de iraquíes en nombre de unas armas de destrucción masiva que nunca se han encontrado hasta ahora.
Su secretario de Estado proclama, para quien no lo sabía, que “me encuentro en Israel no solo porque soy secretario de Estado, sino porque soy judío, hijo de judío”. Francamente, ¿Qué se puede esperar de personajes tan extraños en la búsqueda de la paz mundial?
Puede que sea su derecho revelar su identidad, como yo y más de 1500 millones de musulmanes proclamamos que somos musulmanes e hijos de musulmanes, y que estamos persuadidos de que ni China ni Rusia (cuyas actitudes, como siempre, son tímidas y abstractas) y mucho menos la subdesarrollada Francia y su enigmático presidente van a cambiar el actual orden mundial instaurando otro más justo, más transparente, menos hipócrita, menos vengativo y parcial y, sobre todo, menos estadounidense. Sino que serán los más de 1500 millones de musulmanes, cuando decidan despertar y reivindicar sus inalienables derechos a la paz, a la justicia y a la igualdad.
¿Están los mandatarios occidentales, entre ellos Biden, bien informados sobre lo que ha pasado, pasa y pasará realmente en Oriente Medio?
Nada es más dudoso. Israel, como escribe hoy Le Monde, es un caso personal para Biden. ¡Vaya presidente!