Letrado Saad Sahli del Colegio de abogados de Rabat
En medio de una ola de muestras de solidaridad, consuelo y compasión las dos turistas escandinavas, de nacionalidad noruega y danesa, en Imlil, en la provincia de Al Haouz salvaje e inhumanamente asesinadas, la embajadora de Noruega en Rabat, Merethe Nergaard, instó, ayer a “no ceder ante el miedo”, subrayando que “las fuerzas extremistas y radicales están aisladas”.
¡Admirable! La señora embajadora puso el dedo en la llaga porque es, justamente, la mejor respuesta a las múltiples tentativas terroristas de hacer cundir la psicosis del miedo.
Ella (la embajadora de Noruega) y otras/otros embajadores/embajadores escandinavos en Rabat expresaron su admiración, su simpatía y su gratitud a los marroquíes por la respuesta de militante solidaridad y de condena al terrorismo de donde provenga.
En este sentido, entre las múltiples manifestaciones de apoyo y de compasión en todo el país, en la de Marrakech, estaban no pocos ciudadanos escandinavos (turistas que se encontraban en la ciudad ocre marroquí) que en sus impresiones a las cadenas de televisión locales y extranjeras afirmaban unánimemente que la reacción de los marroquíes ha sido/es una humillante y estrepitosa derrota del terrorismo.
O sea: que era el mejor medio de convencer a eventuales postulantes a tan vil actividad a conocer cabal y elocuentemente lo que sienten los marroquíes hacia esta lacra y lo que le debe esperar ante la justicia.
“No ceder ante el miedo” es y debe ser la consigna. Así no pasaran ni aquí ni en ninguna parte del mundo.
Gracias señora embajadora por recordarnos tan valiosa estrategia ante el peor flagelo del siglo…