No es ni Le Monde ni la trasnochada France-24 que puedan alterar las coordenadas de la nueva ecuación geopolítica en África y en el mundo
Said Jedidi es periodista y escritor. Director de ingfomarruecos.ma y de conacebntomarroqui.blogspot y embajador de la Paz por el Circulo Universal de Embajadores de la Paz (Suecia/Francia)
En Francia en pleno 2023, los hay aun que creen que aunque se aliara, atentara y dirigiera su prensa contra ti, lo debes aceptar.
Ahora con la rabiosa y gratuita ofensiva contra a Marruecos parece que es el Reino quien humilla al presiden te francés.
Grave daltonismo que se enmarca en la misma estrategia anti-marroquí.
Escandaloso error sobre la fecha y la coyuntura. No es ni Le Monde ni la trasnochada France-24 que puedan alterar las coordenadas de la nueva ecuación geopolítica en África y en el mundo.
El senador republicano Lindsey Graham, declaraba hace poco durante una visita a Marruecos (una más) que “los miembros de ambos partidos ven a Marruecos como una fuerza estabilizadora en una región inestable”. Para él, el Reino “se destaca como una fuerza estable para el bien”.
Lo que, traducido a la realidad imperante desde la luna de miel franco-argelina, significa que todas estas convulsiones destinadas a desestabilizar a Marruecos o a ponerlo de dorillas son inútiles y estériles.
Los nuevos retos son otros, otras son las posibilidades de volver por la ventana en el 2023 después de salir en 1956. A causa de las múltiples y sucesivos deslices, se ha acabado por ver hacia otra parte.
Les voy a decir por qué:
El excongresista estadounidense, Michael Flanagan, sostuvo, en un artículo de opinión publicado en medios estadounidenses, que “debemos considerar que un ataque diplomático contra Marruecos es un ataque a la relación Estados Unidos -Marruecos y nuestros intereses estratégicos común en el norte de África y Oriente Medio”.
Con lo que, la clarividencia en la gobernanza y la salvaguarda de los intereses estratégicos aconsejan a Paris un mayor sentido común y de ser posible, no hacer malos cálculos, creyendo que con una alianza con la junta militar argelina se puede realizar con (contra) Marruecos lo irrealizable.