Marruecos/UE Acuerdo de pesca: No hay mal que por bien no venga

Sin género alguno de dudas no seria fácil, ni mucho menos, imaginar el estado en que se encontrarían Argelia y su Sancho Panza polisarista al conocer los pormenores del acuerdo de pesca entre Marruecos y la Unión europea, rubricado ayer en Rabat.

 Fruto, como dirían los oficiales marroquíes de una “diplomacia perseverante” el acuerdo ha remodelado las insuficiencias y la colmado los vacios. ¿A quién debemos agradecer?

Probablemente al derecho internacional… a la verdad… a la justicia y, en definitiva a nuestra perseverancia, nuestra firmeza y nuestra inquebrantable voluntad a defender lo justo y lo legitimo.

Dicho esto, recordemos como lo resumía ayer “H24” las cinco principales novedades del nuevo acuerdo:

• Aumento en la contribución financiera

• Una dimensión socioeconómica

• Preservando el Mediterráneo

• Velando por el ecosistema

• Y la inclusión del Sahara en el acuerdo y su protocolo de implementación

Màs o mejor, imposible. Lo que puede producir la constancia en la defensa del derecho y la razón que, como consta en el texto del acuerdo y su protocolo de aplicación este nuevo acuerdo también tiene una dimensión socioeconómica y disposiciones para las poblaciones de las áreas afectadas, particularmente en términos de infraestructura, servicios sociales básicos, nuevas empresas, formación profesional, proyectos de desarrollo y modernización del sector de la pesca.

Para lograr algo semejante se debe tener razón y la tenemos y la UE lo reconoce.