España quiere participar en las licitaciones de los mercados públicos en Marruecos. Así quedó ayer evidenciado en una reunión entre la ministra delegada ante el ministro de exteriores, M’Barka Bouaida y su homólogo español Ignacio Ibáñez, el cual explico a EFE que Madrid desea actualmente trabajar junto con Marruecos en el sector económico: “las cifras de intercambio son buenas, pero sin alcanzar aun el nivel deseado, en particular en el dominio de los mercados públicos”, estimó el responsable español.
La ausencia de España en los grandes proyectos públicos marroquíes no depende exclusivamente de su gobierno, sino también de los hombres de negocio españoles, que, según él, han preferido otros mercados africanos.
La mayoría de las empresas españolas presentes en Marruecos son pequeñas y las medianas empresas y compañías de Telecomn, obras públicas e hidrocarburos están ausentes.
Según la Oficina de cambio marroquí, España era el primer cliente de Marruecos en el 2015 al que ha comprado por un valor de 4 500 millones de euros, superando, de esta manera, de lejos, a Francia, Italia, la India y Estados Unidos.
