Este viernes el rey de Marruecos ha pronunciado un importante discurso ante el parlamento, destacando en sus palabras la solidaridad con quienes fueron víctimas y afectados por el terremoto de Septiembre, como también la necesidad de concurrir con ayuda en forma urgente a los damnificados, como también a personas y familias vulnerables y de escasos recursos.
El rey inicia sus palabras frente al parlamento haciendo referencia a la reciente tragedia diciendo: “Enorme ha sido la desgracia y muy fuerte el dolor, afectándonos a todos, Rey y pueblo, de Tánger a Lagwira, y de este a oeste del país”, y en una clara demostración de fe y solidaridad con su pueblo agrega: “A Dios El Altísimo rogamos para que reafirme su tierra, por clemencia hacia sus débiles y necesitados siervos. Él es el Supremo Misericordioso.
Si el seísmo ha causado destrucción, Nuestra voluntad no es otra sino la de edificar y reconstruir. Por ello, insistimos en la urgente necesidad de brindar asistencia a las familias afectadas y acelerar la rehabilitación y reconstrucción de las zonas siniestradas”. Destacando el rol de las organizaciones sociales frente a la tragedia, Mohammed VI dice: “A pesar de la magnitud de la catástrofe, alivia el dolor e infunde orgullo lo que ha demostrado la sociedad civil y la generalidad de los marroquíes, dentro y fuera del país, aportando una sincera asistencia y una solidaridad espontánea con sus hermanos siniestrados”. Junto con agradecer los sacrificios de las “fuerzas armadas Reales y demás fuerzas de seguridad, departamentos gubernamentales y administración territorial, para rescatar y socorrer a los habitantes de las zonas perjudicadas”, renueva su agradecimiento “a los países hermanos y amigos, que manifestaron solidaridad con el pueblo marroquí, apoyándonos en estas duras y dolorosas circunstancias”.
En su discurso el rey destacó “Los valores de solidaridad y cohesión social, entre grupos, generaciones y regiones, que convirtieron a la sociedad marroquí en un edificio sólido donde las partes se refuerzan unas a otras”.
Mohamed VI ha llamado la atención del mundo desde que asumiera el trono, donde sorprende cuando en algo que no se esperaba, enfrenta con las victimas atropellos a los derechos humanos cometidos durante lo que es conocido como “los años de plomo”; lo que sigue con apertura de espacios para las mujeres en todos los ámbitos de la sociedad marroquí, además de los beneficios otorgados a los organismos de la sociedad civil sorprendiendo positivamente a un mundo externo en el cual muchos de estos avances recién se estaban discutiendo. Por ello cuando define los vínculos familiares como sagrados, lo que en Marruecos tiene rango constitucional, es solo la ratificación de una voluntad política y de cambios muy positiva para todo el pueblo de Marruecos. Es muy claro Mohammed VI cuando afirma: “La sociedad será buena y útil cuando sus familias lo sean también, y además sean equilibradas; si ésta se desintegra, la sociedad pierde su brújula. Por ello, obramos por protegerla mediante grandes proyectos y reformas como puede ser la obra de generalización de la protección social, que consideramos como un soporte básico para nuestro modelo social y de desarrollo”.
Sobre el apoyo a otros actores, como los niños, el Rey dijo: “Este apoyo estará destinado a los niños en edad escolar, así como aquellos con discapacidades o recién nacidos; además de las familias necesitadas y en situación precaria, sin hijos en edad escolar, especialmente aquellas que se hacen cargo de personas mayores. Gracias a su acción directa, este programa contribuirá a elevar el nivel de vida de las familias concernidas, así como a combatir la pobreza y la precariedad y a mejorar los índices de desarrollo social y humano. Cuando una sociedad es muy solidaria e inmune contra las emergencias y mutaciones coyunturales, crece su producción y crecen sus iniciativas”.
El rey de Marruecos termina este histórico discurso dirigiéndose al parlamento: “Bien conocéis, Señoras y Señores, el papel que el Parlamento desempeña en la difusión y plasmación de estos arraigados valores y en la puesta en marcha de los grandes proyectos y reformas, manteniendo la movilización y vigilancia en defensa de las causas nacionales y de los intereses supremos de la Nación”.
Sin duda y una vez más, el rey Mohamed VI demuestra su enorme altura como estadista, donde sus gestos, tan humanos y poco comunes en los políticos tradicionales, lo hacen querido y respetado por su pueblo.
Publicado por: El Siete.cl