Mucho follón por un ratón muerto Por: Mokhtar Gharbi.- Tánger (Marruecos)

En un informe publicado por el “Instituto Español de Estudios Estratégicos”, realizado por dos analistas españoles, José María Gil Garre y José María Blanco Navarro, se puede leer: “Nos hemos preocupado por las tres víctimas de Boston, pero no hemos sentido lo mismo por los miles de niños quienes mueren en Siria, las miles de víctimas que han sido fusiladas en Egipto sólo porque piensan diferente y los cientos de emigrantes quienes murieron por intentar cambiar su vida en Europa”.
Está claro que esta visión está dirigida a la sociedad occidental, especialmente a sus medios de comunicación, por la simple razón de que éstos informan sobre sus asuntos, pero, desinforman y manipulan sobre los asuntos de los otros, especialmente árabes y musulmanes, y particularmente cazan algunos hechos internos para montar espectáculos mezquinos.
El ejemplo más claro y más reciente, lo encontramos en el beso de los dos adolecentes marroquíes, beso que circuló en varios medios de comunicación, como que se han acabado las importantes noticias relacionadas con el sufrimiento del ser humano en todas las partes del mundo. Este hecho se convirtió en un escándalo para todos estos medios, obsesionados por ojear el trasero de los otros.
Lo más escandaloso, son los intentos y las intenciones de persuadir a los otros de seguir las mismas reglas que se practican en sociedades diferentes de vivir y de creer.
Porqué se insistir en que un beso es normal aquí y puede ser normal allá?
Porqué se insistir en que el beso aquí es una señal de civilización, pero es una señal de subdesarrollo allí?
Porqué se insistir en seguir las actitudes de una sociedad por otra sociedad?
Esta vanidad moral es una enfermedad, y nadie puede probar que es signo de superioridad, inteligencia o civilización, porque esta última vino al mundo actual a través los musulmanes, quienes ahora pretenden defender sus costumbres basadas sobre su religión y su libro sagrado.
Recuerden que en un tiempo, en la edad media, en Europa la gente no bañaba, porque creían que es un acto diabólico, incluso sus reyes, hasta que llegaron los musulmanes para hacer comprender a la gente que bañar es salud y les mostraron cómo es un jabón.
Si, Si y Si, un beso en la calle, frente a la gente, delante del público, es una mala costumbre y mal ejemplo para los niños, nuestros hijos y nuestros nietos.
Los musulmanes no dan dinero a sus hijos para comprar preservativos, no preguntamos a nuestras hijas si lo han usado por precaución, esto seria como fomentar la prostitución de nuestros hijos.
No quiero entrar en los miles de defectos que ocurren en otras partes, a que nosotros intentamos evitarlos.
Ahora, Fíjense en lo que es una educación ejemplar para el ser humano:
Practicar el sexo es una necesidad natural del ser humano, a través el matrimonio, pero, hay circunstancias en que ciertas personas, especialmente los jóvenes, de los dos sexos, no pueden casarse, porque sus condiciones financieras y sociales no les permiten.
En este caso, y hasta que sean a su favor aquellas condiciones, el “Corán”, libro sagrado de los musulmanes, aconseja, para no cometer el pecado de la prostitución, de tener paciencia y rezar, mucha paciencia y mucho rezo.