Jihane Jedidi es optica/periodista directora de comunidad infomarruecos
Foto: Jedidi Media
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En muchos hogares marroquíes se ha instaurado una nueva e insalubre costumbre que es la de contactarse por teléfono dentro del mismo hogar.
Entre una habitación y otra o entre la planta baja y el alta (los que tienen casa de dos plantas) o simple e irracionalmente desde el salón y la cocina el contacto es por teléfono.
Se equivocan los que creen que se trata de un progreso. Es, así de simple y así de lamentable, un atentado contra las relaciones sociales y familiares y los contactos físicos.
La voz sola no basta. Para un sano contacto se debe ver en los ojos, en las muecas del rostro y en la impresión de que dejan las palabras en el interlocutor.
El teléfono se ha inventado para la lejanía y para lo inaccesible. En el hogar la relación y el contacto deben ser directos. Es humano e imprescindible.
