Cronica desde TindufCrónicasFeatured

Polisario y sus coletazos: Mucho ruido… ningunas nueces

La otra cara de la moneda

Aclaro, de antemano que importa muy poco cómo me llamo, ni de donde soy ni como he llegado hasta aquí, sino lo que voy a revelar, porque a excepción de una sola hermana, toda mi familia (15 miembros entre próximos y lejanos parientes) sigue, como la inmensa mayoría de su población, rehén del Polisario en los campamentos de argelinos de Tinduf y víctima de laberintos de “derechos humanos” y de “solidaridad’ internacional… La situación de la población de estos campamentos es real y potencialmente inquietante. Atada a la vida, la gente se pregunta con qué derecho fue sometida a tantas humillaciones y a tantos atentados contra su dignidad saharaui. Cunde la desconfianza y la parquedad. Desaparecen trágicamente la solidaridad, la fraternidad y el amor al prójimo. La gente no busca más que sobrevivir para el día siguiente con la eterna pregunta de que si alguna ayuda humanitaria internacional u otra limosna pueda llegar.

 Muchos miembros de la cúpula de la mafia del Polisario e incluso, cada vez más, responsables argelinos son conscientes de que la impostura del “Sahara” pierde interés y pierde “entusiasmo”.

Muchos trapos (banderas), mucha palabrería, mucha mendicidad, mucho lloriqueo y… ningún resultado. Una foto. Un comentario y aquello de “vuelva usted mañana”.

El Polisario y todos los Polisario han pasado de moda. Otra cosa, mariposa. Los tiempos cambian y las guerras imaginarias y los ataques ficticios no impresionan. Las divagaciones de la junta militar argelina se desmoronan. Ahora se habla y se menciona con su nombre la verdadera motivación de su “problema” del Sahara: una salida a un puerto atlántico.

En Argel, no son pocos los “peces gordos” que o ocultan su convicción de que ni hoy ni mañana ni pasado ni nunca habrá esta salida, menos aun con una mafia como el Polisario, que la solución pasa por una mesa de negociación en Rabat y de que “esto” puede durar siglos sin esta vital e imprescindible salida al Atlántico.

Un dirigente argelino instaba a prestar más atención a los intereses estratégicos de Argelia, total y literalmente contradictorios con la creación de milicias y de exhibición de falsos músculos.

“Quien quiere realmente una salida al Atlántico sabe lo que debe hacer y no hizo durante casi 50 años”.

La lluvia comienza con gotas…. En Argelia no es ninguna excepción. Mañana puede ser otra “cosa”.

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