Aclaro, de antemano que importa muy poco cómo me llamo, ni dedonde soy ni como he llegado hasta aquí, sino lo que voy a revelar, porque a excepción de una sola hermana, internada hace 11 meses en un hospital de Nuakchot, antes de decidir regresar a su país: Marruecos, toda mi familia (15 miembros entre próximos y lejanos parientes) sigue, como la inmensa mayoría de su población, rehén del Polisario en los campamentos de Tinduf pero esto no lo sabrán a través de España y sus laberintos de “derechos humanos” y de “solidaridad’ internacional… preferente y casi exclusivamente con una ínfima parte de los saharauis.
Los servicios secretos argelinos que complotan, contra propios (en Lisboa han filtrado las ubicaciones y la agenda del presidente Tebboune) acaba de “descubrir” o intentos (conspiraciones) para destituir al refugiado Al Gali Al Mostafa Assayid.
Parece que los complotadores creen que, con su arcaica gestión y su mortalmente deteriorada imagen, el Polisario está condenado a desaparecer dentro de muy poco.
Lo que no es el criterio de los mentores argelinos que creen saben que se trata de “otra maniobra marroquí” destinada a desarticular la banda del Polisario.
“’presidente’ de los argelinos’”, comenta uno de sus próximos colaboradores que exige anonimato por lo que le pueda suceder como había sucedido a muchos en menos que esto.
Del Polisario pocos… muy pocos saben lo que hay en las tripas, sin embargo, desde hace cierto tiempo trascienden cosas de la cocina interior. Signo de los tiempos… signos de agonía.
De saharaui le queda muy poco… “pero muy poco”. Es español, es mauritano, es argelino, es cubano… “es todo, menos saharaui”. “De hecho está donde está no gracias a los saharauis, sino a los argelinos que creen que es el único de confianza de que no quiere desmantelar esta empresa separatista”.
Desde los campamentos, fuentes concordantes afirman que los próximos meses e incluso semanas aportarán muchas novedades sobre esta gran impostura argelina.