Tú, por ejemplo

Reflexión para empezar el día Leones de la discordia Madrid: Tarik Amhih El Muhajjir

Pasear por Carrera de San Jerónimo en Madrid siempre sube  mi  adrenalina a cien. No porque es una calle empinada, sino para que nadie me tome una foto descansando en las escaleras del Parlamento franqueado por dos leones de bronce.

 Evidentemente no digo esto por la Institución Parlamentaria, que goza de mi admiración, ni tampoco por sus ilustres que también gozan de mi respeto, ni mucho menos por España que indiscutiblemente goza de mi agradecimiento, sino llanamente por el bronce de los dichosos leones y su peculiar frase a pié  de los mismos; Hechos con los cañones incautados a nuestros enemigos en la guerra de áfrica en 1860.

Los hechos se remontan, cuando el ejército español de antaño, ansioso por mantener sus privilegios, libra una campaña injustificada contra los cabileños de Wad Ras, y con la toma de mí Tetuán querida presenta la batalla como la madre de las mismas. Guerra irracional de aquel entonces porque ni había motivos ni las fuerzas estaban equilibradas. Cabileños defendiéndose de una de las potencias de la época. Mentalidad bélica que sólo produjo sufrimiento a las familias de las dos orillas. 2668 y 2219 kg de bronce respectivamente ya tienen que haber muerto bastantes personas..Sin ánimo de crear polémica, ni debatir la historia, sólo pretendo con estas líneas cerrar un capítulo negro de nuestra historia común. Dos países que se respetan y que hoy por hoy se complementan no pueden mantener unos simbolismos que provocan distanciamiento y malestar. A buen seguro para la mayoría de los españoles, la presencia de los leones en la institución que les representa  no puede ni debe ser laguna razonada de discordia. Hablar de buena vecindad e intereses comunes exigen sacrificios de entendimiento entre los dos países. Y hombre, entrar al parlamento que desde Marruecos siempre lo hemos visto como ejemplo a seguir, franqueado por cañones de nuestros muertos no es de recibo, ni tampoco lo  es mandar una misiva al parlamento de Marruecos con el mismo escudo ,porque es el  propio logotipo del Congreso de los Diputados. Ya lo pedía un grupo de diputados en 1865 criticando el origen militar y guerrero del bronce y argumentando que no podían representar al congreso dos figuras realizadas con material de guerra, llegándose a hablar incluso de su destrucción. 152 años después, lo vuelve a pedir el nieto de un  Capitán del Ejército Español. Conmemorar la sangre de mi abuelo, defendiendo los intereses de España y de su nieto llamando a limar las perezas que  duelen a muchos marroquíes es el mejor homenaje que le puedo atribuir. Hagamos que nuestros futuros nietos no tengan que pasar por ello.

 

14/01/2017

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