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RELACIONES MÉXICO MARRUECOS Y EL SAHARA MARROQUÍ Román López Villicaña*
En otros medios ( La Voz del Árabe)

México pronto necesitará fosfatos para la elaboración de fertilizantes que escasean en el mundo por el conflicto entre Rusia y Ucrania, México tendrá que acercarse a Marruecos…
Aunque desde su independencia México ha mostrado poco interés por el continente africano, eso obedeció:
1. A que para 1810 el continente era un enigma incluso para los europeos que todavía no podían penetrar el interior del África al sur del Sahara.
2. Por lo tanto existía y existe un desconocimiento del continente, como bien sabemos no es sino hasta la conferencia de Berlín de 1884-85 cuando se reparten el continente las potencias europeas. En el caso de Marruecos su reparto es hasta principios del siglo XX. Es más, México había ignorado hasta el año pasado la existencia de una comunidad afrodescendiente.
Los afrodescendientes mexicanos llegaron durante la época colonial para trabajar en las fincas azucareras de Veracruz y Guerrero. También se dice que un barco cargado de esclavos que salió de Acapulco con destino a Perú naufragó frente a las costas de Oaxaca, los sobrevivientes llegaron a las playas y al encontrar un clima similar al de su nativa África, ahí se mezclaron con la población indígena. De ahí proviene la mayoría de las personas que reclaman hoy se les reconozca su calidad de afrodescendientes.
Las relaciones pueden verse desde distintos ángulos, los primeros contactos de acuerdo con el profesor Mohamed Hamidullah, los negros musulmanes llegaron a América incluso antes que Cristóbal Colón quien a su llegada encontró negros y también bereberes que vinieron a colonizar pues dice que el plural de Birzala, tribu conocida en el norte de África, es Brasil, y lo reafirma, dice, el hecho de que esa palabra no es brasileña ni europea [1].
Bonfil Batalla, refiere que en el siglo XVI llegaron a México esclavos blancos procedentes del norte de África, llamados berberiscos.[2] Dice también que cuando llegaban a la colonia lo primero que recibían era el bautismo, luego el Santo Oficio se encargaba de que observaran y respetaran a la religión católica.
En tiempos recientes podemos decir que las relaciones se van a iniciar con la Independencia de ambos países. Cuando se busca bibliografía en México sobre las relaciones con Marruecos, se descubre que casi no se ha trabajado el tema, o bien que este ha despertado poco interés en el país.
En una obra que era clásica en México para el estudio de la política exterior de México, sobre todo para los alumnos de Relaciones Internacionales, la obra de Modesto Seara Vásquez no hace una sola mención a las relaciones de México con África o con el Medio Oriente.
Si revisamos la obra de Carlos Rico, sobre las relaciones de México con el mundo, en el pie de página 48 menciona: “el establecimiento y ampliación de las relaciones, 1960 Marruecos y 1964 Argelia. Posteriormente en la cita 53 dice: la República Árabe Saharaui (1980) [3].
Consuelo Dávila, en su obra: La política exterior de México y sus nuevos desafíos, menciona en la página 321: “…el gran Medio Oriente es desde Marruecos a la frontera de la República Islámica de Irán y Afganistán pasando por la República Árabe Saharaui Democrática.” (sic) [1].
Mas adelante, señala: “…conflictos muy localizados como lo es el diferendo entre Marruecos y la RASD o entre Argelia y Marruecos…” [2].
Quien reúne un poco más de información al respecto es Mercedes Vega que en el Tomo 7 de la obra coordinada describe la trayectoria de las relaciones de México con el Medio Oriente, pero concentrándose, en las áreas que considera más relevantes o aquellas con las que existe una relación más estrecha como con Egipto, Israel, Líbano, Siria y Argelia. Aun así, dice: “las relaciones con Egipto datan del 31 de marzo de 1958, con Irak en 1952, Irán 1964 y con Marruecos en 1962, siendo hasta 1964 cuando se nombra al Sr. Alí Bengelloum embajador en México, pero con residencia en Washington, es decir que dicho embajador era concurrente.
También en esta obra se describe el reconocimiento a la RASD, en la cumbre del movimiento de No Alineados de La Habana del 8 de septiembre de 1979. Dice al respecto: “… México da reconocimiento de estado a la RASD a la vez que felicita a Mauritania por reconocerla y haberse retirado del territorio. Llamaba a Marruecos para permitir la autodeterminación…” [3].
Este hecho vino sin duda a perturbar el desarrollo normal de las relaciones con Marruecos y su engrandecimiento. En la obra se menciona que dicho evento fue para la imagen de México ante el tercer mundo.[4] Más adelante menciona que México ve a Marruecos como puerta de entrada al mercado árabe y africano [5].
Una fuente más elaborada es la de Riordan, Roett [6], quien menciona que luego de la revolución, la ideología del nacionalismo revolucionario vigente hacía énfasis en la propiedad estatal de los medios de producción. Esto llevó a que el país llevara a cabo una política de substitución de importaciones donde la industria ligera se dejaba a la iniciativa privada con subsidios, y la poca industria pesada se la llevara el estado. El petróleo, la electricidad y otras industrias quedaron en manos de la llamada industria paraestatal, que posteriormente fue privatizada cuando llega el neoliberalismo. El periodo de substitución de importaciones fue un sistema exitoso que llevó al llamado milagro mexicano.
Más adelante Riordan menciona que el acuerdo preferencial europeo para sus excolonias de África, Caribe y Pacífico, viene a presentar una barrera para la entrada de México en las excolonias africanas, incluida Marruecos. Cabe agregar que hacia el final del periodo de substitución de importaciones la industria se había vuelto ineficiente y no podía competir en los mercados internacionales.
Posteriormente la caída del muro de Berlín hace que los países europeos y africanos miren hacia Europa del este y no hacia América Latina, y los capitales sobre todo los europeos van también hacia el este. México se dedica más a cuestiones multilaterales como: el programa mundial de desarme, o la convención sobre protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios [1].
También hay la referencia de Olga Pellicer a los trabajos de la ONU para el referéndum del Sahara Occidental.
Como puede apreciarse no había las condiciones para el desarrollo de una relación estrecha y vigorosa. Si a esto se agrega el reconocimiento mexicano a la autodenominada RASD.
El reconocimiento a la RASD fue un problema complejo que debe verse desde varios puntos de vista, hemos podido observar al menos 4 elementos a discutir:
Problema dentro del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Y por lo tanto un problema entre el presidente Luis Echeverría Álvarez y el presidente José López Portillo.
México se había transformado en un exportador de petróleo.
La insistencia de los saharauis apoyados por Argelia.
Secretaría de Relaciones Exteriores muy conservadora, había rechazado el posible reconocimiento de la RASD.