CrónicasFeaturedSociedad

« Relatos del Coràn » (Historias de los Profetas) hoy: 5- SALIH[1] De Mohamed Ahmed Jad Al Maula, Mohamed Abu Al Fadel Ibrahim y Ali Mohamed Al Bajaui Al Said Chatta. Traducido por Said Jedidi y editado, por Dar AlKotob Al Ilmiya (Beirut)

Especial Ramadán

A causa de sus pecados, los aditas morían miserablemente, siendo remplazados por los Thamuditas que se apoderaron por transmisión la herencia de sus casas y sus tierras[2].

Los Thamiditas era un pueblo muy hábil y activo. Vivía en la tierra, la poblaba y cavaba en ella fuentes de agua. Plantaba los jardines, cultivaba los campos, edificaba los palacios y cavaba en las montañas magnificas residencias. Para ellos, la necesidad era la madre de la ciencia. El lugar que habitaban era arriesgado, debido a lo cual tomaban una serie de precauciones para protegerse contra imprevisibles circunstancias. Vivian en quietud, en medio de la prosperidad y desahogo, pero eran siempre ingratos. No habían agradecido a Allah por todos estos favores ni manifestaron su reconocimiento hacia Él. Al contrario, sembraban la corrupción y la inmoralidad en la tierra. Era gente refractaria que, arrogante, ignoraba el camino recto y actuaban de manera orgullosa y altiva. Adoraba ídolos en vez de Allah, atribuyéndole asociados, creyendo que eran inmortales, que iban a gozar eternamente de sus bienes y vivir en toda quietud en la prosperidad.

Allah les Envió Salih, un hombre de elevado rango, honesto, indulgente, clarividente y razonable. Salih los invitó a adorar Allah sin atribuirle asociados y a creer en su Unicidad. ¿Acaso no es Él que los Ha Creado de arcilla, los Instaló en la tierra, haciendo de ellos los sucesores de Add y permitiéndoles poblarla,cColmándolos con sus favores abierta y abundantemente, ¿pero prohibiéndoles adorar otra divinidad que no fuera Allah y que ni puede perjudicarlos ni puede beneficiarlos? Entonces ¿Por qué renuncian al culto monoteísta?

Salih predicaba día y noche, recordándoles el vínculo familiar que le unía  con ellos, un vínculo tan sólido como perenne.

¿No eran su familia, sus próximos parientes y su pueblo, velando para serle útil, que solo buscaba su interés sin ninguna mala intención? Les suplicó pedir perdón a Allah y arrepentirse ante Él porque Él está muy cerca de los hombres: “Cualquiera que vuelva a Allah sus votos serán realizados y sus oraciones escuchadas”, les dijo. Pero ellos hacían odio de mercader. Sus corazones estaban sellados y sus ojos cegados, tratándolo, incluso, de impostor y burlándose de él, pretendiendo que este llamamiento estaba muy lejos de la verdad, carente de sinceridad y que el propio Salih no decía más tonterías.

Lo censuraron, lo regañaron cuando él era el razonable, el sabio. Le dijeron: “O Salih. Hasta ahora eras para nosotros una esperanza, razonable y dotado de un humor equilibrado y de una impresionante madurez. Te debamos mucha importancia cuando un día la desgracia nos pudiera asolar o cuando, ante una grave situación nos podrás salvar gracias a tu buen sentido y tu razón. Esperábamos que fueras un apoyo para nosotros en los momentos difíciles cuando el tiempo comienza sus convulsiones o sin una desgracia nos azotara. Sin embargo, ahora no dices que tonterías y no cuentas que mas babosadas. ¿Qué nos pides hacer? ¿Nos aconsejas no adorar lo que nuestros antepasados habían adorado? Debes saber que seguimos y practicamos este culto desde nuestra más tierna infancia. Tenemos una inquietante duda respecto a lo que prodigas. No confiamos en tu palabra ni en la sinceridad de tu llamamiento. No denunciaremos el culto de nuestros ancestros.

Les advirtió contra una renuncia a su llamamiento, declarando abiertamente la finalidad de su misión, recordándoles los favores de Allah, explicándoles hasta qué punto será terrible su castigo.

Continuara

Afficher plus

Articles similaires

Bouton retour en haut de la page