La futura estrategia de Canadá para África debería dar un lugar importante al plan de autonomía propuesto por Marruecos para poner fin al diferendo regional sobre el Sáhara, subrayó el experto canadiense, Jean Louis Roy.
En un artículo publicado con motivo de la celebración del 60 aniversario de las relaciones diplomáticas entre Marruecos y Canadá, bajo el título « la experiencia marroquí », este conocedor de África señala que el plan de autonomía destaca especialmente por su solidez y credibilidad.
Indica por otra parte que Marruecos es una « antigua civilización que está muy orgullosa de sí misma, muy orgullosa de lo que ha llegado a ser, y con razón, ya que las bellezas que la distinguen son refinadas, auténticas, únicas », señalando que « estas espléndidas obras, estas caligrafías son llevadas por manos que también están tecleando en los ordenadores de las generaciones venideras ».
« Un pasado omnipresente; un futuro también omnipresente. Esta cohabitación de antípodas a largo plazo constituye la firma del Reino », afirma este ex director del diario canadiense Le Devoir, añadiendo que « si el país está muy en el siglo XXI con su puerto ultramoderno de Tánger, su central solar de Uarzazat, su tren de alta velocidad, la ambición mundial de Casablanca, no ha roto con sus viejos lazos con las formas de creer, esperar y ser que lo vinculan a su pasado más antiguo ».
Refiriéndose a otra especificidad de Marruecos, el periodista cita la democracia, indicando que en el Reino « se permite a los cargos electos desempeñar su mandato y se confía en el juicio de los ciudadanos ». Map