« Es el momento para que Francia haga evolucionar su posición sobre el Sáhara » para seguir el ejemplo de Estados Unidos, que ha reconocido la plena soberanía del Reino sobre sus provincias del sur, estimó Abdelmalek Alaoui, presidente del Instituto Marroquí de Inteligencia Estratégica (IMIS), en una entrevista con la revista Jeune Afrique publicada el viernes.
Alaoui señala el « doble lenguaje » de los países que se presentan como socios, especialmente en la cuestión del Sáhara, recordando que Francia, que se dispone a conceder una amplia autonomía a Córcega, « sigue negándose a dar el paso de reconocer plenamente la integridad territorial de Marruecos ».
Preguntado por las razones que impiden a París dar el paso del reconocimiento de forma más franca como Estados Unidos, el presidente del IMIS subrayó que esta « reticencia » a adoptar la misma postura que Washington estaría vinculada a « un temor a tensar aún más las complicadas relaciones con Argel.
« Creo que esto es parte de la explicación », afirmó, recordando sin embargo que la actual posición francesa sigue siendo « muy ampliamente favorable » a Marruecos a través del apoyo al plan de autonomía, que Francia fue uno de los primeros países en apoyar tras su presentación en 2007.
« Francia ya ha entrado en el segundo -y último- mandato del presidente Macron. Por lo tanto, existe la oportunidad de dar un paso adelante y hacer avanzar la posición francesa de apoyo al plan de autonomía hacia el pleno reconocimiento del Sáhara marroquí », agrega Alaoui.
El politólogo recuerda, en la misma línea, la nueva posición holandesa, que es « muy importante », ya que Holanda es la piedra angular del norte de Europa, tanto geográfica como culturalmente, y está convencido de que otros le seguirán.
En cuanto a los éxitos diplomáticos obtenidos por el Reino en los últimos años, especialmente en la cuestión del Sáhara, Alaoui sostiene que la combinación de estos « golpes » diplomáticos forma parte de la nueva doctrina de política exterior desplegada por SM el Rey Mohammed VI desde hace más de veinte años.
De forma esquemática, prosigue el politólogo, Marruecos ha sido durante mucho tiempo un país pivote entre Oriente y Occidente, una de las piedras angulares del diálogo sobre Oriente Medio, por ejemplo, bajo el reinado del difunto SM Hassan II, argumentando que con la nueva visión de SM el Rey Mohammed VI, se ha añadido la dimensión Norte-Sur y Sur-Sur, con la convicción, en particular, de que Marruecos no es sólo la puerta de entrada a África, sino también el catalizador de las asociaciones Sur-Sur.
« Este cambio en el centro de gravedad de la política exterior marroquí, incluido el regreso a la Unión Africana, es lo que ha permitido consolidar la posición diplomática del Reino. Esto ha dado lugar a victorias diplomáticas en las que SM el Rey estaba en primera línea », explicó Alaoui. Map