La respuesta: Mulitudinario mitin de apoyo a la integridad territorial de su país: Marruecos en Layun
Foto: MAP/Archivo
¿Cuántas son, por qué lo hacen, quién paga…? En Layun, Smara, Dajla, Bojador… nadie se apresura a responder.
¿Para qué? Es obvio y de notoriedad pública. Tanto que las autoridades marroquíes, a pesar de la “amenaza” que pretender representar ellas y sus empleadores las dejan, total y literalmente libres, para hacer la promoción de la imagen demo critica del Reino.
La rivalidad por el sueldo argelino, que, cuantas más son, menos es, constituye ahora el principal obstáculo para el mentor. Luego hay la rentabilidad. Desde hace tiempo, tanto en Argel como en Rabouni (Tinduf) se alzan voces que denuncian esta “inútil dilapidación de los fondos, sin resultado y sin interés de/por nadie”.
Es el ineluctable destino de todas las quintas columnas. Acaban siempre buscando un lugar bajo el sol del pais traicionado y no traicionero.
Sin ellas no era fácil adquirir tan alto perfil y tan brillante imagen de tolerancia y de libertad individual y colectiva en Marruecos, concretamente con sus traidoras.
El mundo de la prensa y de la comunicación está dividido entre los órganos serios y los panfletos y las organizaciones/organismos mundiales que obran en el ámbito de derechos Humanos y las libertades no se dejan engañar fácilmente por quien ha hecho de la mentira y del engaño su medio de vida y de sus ingresos.
El Sahara marroquí está lo suficientemente ocupado con su vertiginoso desarrollo como para presentar un instante a tan insignificantes y accesorios cantamañanas.