« Exhortamos al gobierno a acelerar la publicación de los textos legislativos, orgánicos y de aplicación, relativos a la reforma de la atención primaria de salud, así como proseguir la ampliación del seguro médico obligatorio, con el fin de facilitar el acceso a los servicios sanitarios de proximidad y de gran calidad, con un costo razonable, transfiriendo una mayor responsabilidad a los territorios, en el marco de la regionalización avanzada y de la desconcentración administrativa », subrayó SM el Rey en un mensaje dirigido a los participantes en la celebración del Día Mundial de la Salud para el año 2019 en Rabat bajo el lema « Cobertura sanitaria primaria: camino hacia la cobertura sanitaria universal ».
Marruecos ha dado importantes pasos en la consolidación de los sistemas de cobertura sanitaria básica. En efecto, en 2005 entró en vigor la cobertura sanitaria obligatoria, y en 2012 fue generalizado el régimen de asistencia médica, conocido bajo el nombre de “RAMID”, indicó el Soberano en este mensaje leído por el ministro de Sanidad, Anass Doukkali.
Asimismo, recordó que numerosas medidas fueron adoptadas para ampliar el elenco de beneficiarios de los seguros médicos, abarcando a los estudiantes universitarios del sector público y de la formación profesional, así como a los migrantes y padres de las personas aseguradas.
Marruecos, indicó SM el Rey, incorporó las medidas relativas al seguro médico obligatorio en el sector de los oficios, trabajadores autónomos y personal no asalariado, agregando que el fin es completar la cobertura sanitaria universal y ofrecer un acceso justo y equitativo a la atención médica, tal y como lo estipula la Constitución del Reino de Marruecos.
Después de haber agradecido a la Organización Mundial de la Salud por su « constante » apoyo a los esfuerzos desplegados por el Reino de Marruecos para impulsar el sistema de salud nacional, mejorar la calidad de los servicios sanitarios ofrecidos a los ciudadanos y luchar contra las enfermedades, el Soberano subrayó que la enorme importancia que, de manera general, revisten los servicios de atención sanitaria básica emana del hecho de que se trata de un procedimiento que abarca todos los componentes de la sociedad y gira en torno a las necesidades y prioridades individuales, familiares y sociales, prestando atención a los aspectos de la salud corporal, mental y social, desde luego de naturaleza global e interconectada, facilitando a tales componentes la orientación, la protección, el tratamiento y la rehabilitación.
Para el Soberano, la atención primaria de salud reviste una enorme importancia para la realización de la cobertura sanitaria universal, en la medida en que se adapta a la gran mutación que el mundo está experimentando, desafiando los sistemas sanitarios y las modalidades de financiación de la asistencia sanitaria, a través de la adopción de mecanismos de mutualidad y solidaridad para hacer frente a los riesgos así como a los crecientes gastos sanitarios.
Por otra parte, los servicios de atención primaria de salud tienen como base el respeto de la justicia social, la igualdad de acceso a los servicios sanitarios y el reconocimiento del derecho fundamental de gozar de los mejores servicios sanitarios, tal y como se desprende del artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, así como lo prevé la Constitución de la Organización Mundial de la Salud que entró en vigor en 1948, indicó SM el Rey.
Si la disponibilidad de recursos financieros y humanos sanitarios apropiados constituye una necesidad para poder ofrecer la atención sanitaria primaria, tratar metódicamente los amplios factores determinantes de la salud, entre los que figuran los socioeconómicos, ambientales y comportamentales, es también una obligación, afirmó el Soberano para subrayar la importancia de la concepción y adopción de políticas y medidas sectoriales e intersectoriales, que tomen en consideración todos estos factores, en el seno de una responsabilidad compartida entre todos los intervinientes en la cosa sanitaria, que exige a todos la conjunción de esfuerzos y racionalización de recursos.
En este sentido, Su Majestad el Rey indicó que hacer realidad la atención sanitaria universal no es inalcanzable ni tampoco debe ser un monopolio de los países desarrollados, antes de agregar que, efectivamente, numerosas experiencias han demostrado claramente que alcanzar este objetivo es posible, independientemente del nivel de desarrollo de los países.
A este respecto, el Soberano subrayó que para poder asumir este compromiso, deben darse determinadas condiciones básicas para el sistema sanitario, como pueden ser: la adopción de una política farmacológica constructiva que tenga por objetivo facilitar los medicamentos básicos utilizados por los programas sanitarios públicos prioritarios y el estímulo de la fabricación local de medicamentos genéricos y materiales médicos de calidad, para lograr la soberanía farmacológica.
Con el fin de lograr este objetivo, prosiguió SM el Rey, se debe reforzar también la protección financiera de individuos y familias, para que los ciudadanos, particularmente aquellos con ingresos limitados, no se vean forzados a satisfacer la mayor parte de los costes de sus tratamientos a partir de sus ingresos personales.
Además, los esfuerzos de los países han de ser unificados para garantizar una mayor eficacia de cara a las finalidades del tercer objetivo del Desarrollo del Milenio, es decir, garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades, en el horizonte de 2030, que Marruecos, junto con los demás países de la comunidad internacional, ha asumido.
Por otra parte, deben ser tomadas en consideración las prioridades de la cobertura sanitaria universal, como lo son la vigilancia epidemiológica y la lucha contra las epidemias transfronterizas y el refuerzo de los sistemas sanitarios, señaló SM el Rey antes de precisar que esta cobertura « no se halla supedita solamente a la financiación ni tampoco debe ceñirse únicamente a los esfuerzos del sector de la salud, más bien requiere la adopción de un conjunto de medidas susceptibles de garantizar la igualdad y equidad de acceso a los servicios sanitarios y a la realización del desarrollo sostenible, amén de la solidaridad y cohesión sociales ».