DR. JORGE BERNABÉ LOBO ARAGÓN Escritor (Argentina)
Nosotros los amantes de los sueños, los que volamos con alas desplegadas hacia la bóveda azul del firmamento. Los que pintamos con palabras, mares, paisajes y caminos. Los que gritamos la paz con nuestras letras y las soltamos al viento para que escuche el mundo, los que regalamos collares de estrellas a la luna y coronas de cometas al sol. Los que soñamos un mundo nuevo con sentimientos de amor, perdón, bondad, felicidad, hermandad, sin fronteras ni grietas que menosprecien la vida. Que hacemos coros con los trinos, conciertos con los grillos, danzas de hojas, perfumes con los pétalos y vestimos con sedas de alas de mariposas nuestras poesías. Nosotros los locos que encendemos la oscuridad de la noche con faroles de luciérnagas. Los que lloramos con lágrimas de rocío de alegría o pena. Los que siempre seremos arrebatados capaces de soñar con imposibles. Los que en los surcos de páginas en blanco sembramos semillas de bohemia para enseñarles que, aunque sea jugueteando con la imaginación podemos ser felices. Nosotros que volamos entre, Júpiter, Marte, Saturno y recorremos el universo montado en meteoritos. Los dementes del tiempo y del espacio, te invitamos a soñar, a escuchar el bullicio dulce de los pájaros, a impregnar de aromas de jazmines, violetas y azahares tu piel, a sentir las caricias del viento y seguir la danza de las hojas sobre el suelo. Deja que la lluvia limpie tus tristezas, que la luna ilumine tus recuerdos más bellos y que el sol despierte tu alma adormecida a la felicidad. Quien quiera que seas, donde quiera que estés, sueña con nosotros que todo tiene un lado bueno. Que puedes volar hacia lo más lejos o lo más alto. Que puedes volar hacia el amor, hacia la felicidad y tu existencia será como un diamante entre las piedras. Los que siempre volamos detrás de la esperanza abrazados a nuestras fantasías con las alas del alma te invitamos a vivir en nuestro mundo de ensueño donde el dolor no duele. Como maratonistas en carrera hemos volado siempre en busca de una antigua aspiración del hombre. La de remontarse a las alturas como los pájaros. Ese placer de seguir subiendo ¡más arriba! hacia el sereno azul del firmamento, es la vida. ¡Siempre más arriba! ¡Más alto hacia el cielo azul! Porque siempre se puede en este increíble arte de vivir como un hermano.