Tiempos oscuros en Gaza: La quiebra de Occidente

Hoy, no puedo comenzar mi columna de otra manera que hablando de la devastadora situación en Gaza. Los crímenes de guerra, el doble rasero de Occidente y la falta de acciones efectivas nos instan a reflexionar sobre un conflicto que parece no tener fin.

Es verdaderamente doloroso presenciar cómo el ejército israelí ha bombardeado sin distinción el campamento de refugiados de Jabalia, cobrándose la vida de cientos de civiles y dejando a otros heridos. Este trágico episodio se suma a una larga lista de destrucciones previas, que incluyen hospitales, escuelas, ambulancias y panaderías. La ausencia de una condena enérgica por parte de algunas « democracias » occidentales socava los principios fundamentales de libertad, derechos humanos y valores éticos que proclaman defender, lo que hace que esos principios parezcan vacíos y desprovistos de significado.

Como bien señaló mi padre en su columna de hoy, la situación en Gaza es inaceptable, inhumana y, sin lugar a duda, criminal. Ninguna palabra puede describir adecuadamente la postura de Occidente ante esta tragedia.

A medida que observamos los acontecimientos en Gaza, no debemos olvidar que cada vida tiene un valor inmenso, y es responsabilidad de todos nosotros elevar nuestra voz en busca de un mundo más justo y equitativo.