Tiempos Pasados: La Búsqueda de la Felicidad en el Presente
Farid BOURAKHOUADAR es hispanista marroquí
A menudo, al rememorar nuestro pasado, caemos en la trampa de creer que “cualquier pasado fue mejor”. Este pasado parece haber sido mejor que el presente, y anhelamos revivir ese pasado “glorioso” en un futuro que en realidad nadie puede predecir.
Todos buscamos la felicidad, y mientras lo hacemos, convertimos nuestro presente en un mero puente viejo y destartalado que cruzamos rápidamente, temiendo que colapse, mientras huimos hacia adelante con la esperanza de abrazar un futuro anhelado y prometedor, pero igualmente incierto, como aquel que persigue un espejismo. Quién sabe…
En medio de esta confusión, cada uno busca su refugio construyendo su caparazón y adornándose con falso orgullo para aparentar frente a los demás que vive en la dicha y que su estrategia es la mejor…
Qué alivio es retirarse a la soledad después de un largo día rodeados de personas, como un soldado que se despoja de sus armas y armadura después de una batalla extenuante. Qué satisfacción sentirse ligero y relativamente relajado. La noche es hermosa porque invita al descanso, y no quiero pensar en el mañana porque anuncia una nueva batalla. Cuántas veces debo añorar el abrazo sincero de aquellos seres maravillosos que me trajeron al mundo y se marcharon sin darme la oportunidad de expresarles tantas palabras al oído…
Hay que continuar, no porque uno lo desee, sino porque la vida nos impulsa, y el tiempo no espera. Cada uno de nosotros espera lo mejor del prójimo, y eso es lo que esperamos, porque ninguno sabe qué camino tomar para el gran reencuentro. Nadie quiere mostrar su vulnerabilidad frente a los demás. En eso estamos, seguimos adelante, y la vida avanza, posponiendo lo bueno y lo sencillo, esperando que la felicidad llegue…
El día en que nuestra conciencia despierte y comprenda que lo bueno está al alcance, muy cerca de nosotros, y que no hay más felicidad que la que nos brindamos a nosotros mismos en cada momento, y que debemos compartir con los demás si es posible. Nadie puede enseñarte el camino; tú mismo lo forjas, como dice el poeta. Nunca debes sacrificar tu felicidad por los demás, ya que aquellos que se sacrificaron por los demás a menudo terminaron mal. Aquí me viene a la mente alguien que dicen que murió en la cruz…
Debemos valorar lo que tenemos y aprovechar el momento. Esto lo dice un aprendiz que está en busca de su propio camino…
Pido disculpas, no tengo la intención de dar consejos a nadie ni de ser un guía, ya que, como he mencionado, yo mismo estoy buscando mi propio camino…
