Mostafa Ammadi Catedrático de Lingüística General. Escuela Superior Rey Fahd de Traducción Universidad Abdelmalek Essaadi
Nada cambiaría la tierra de Nurān, mientras sigan los cuentistas diciendo lo que ellos mismos no hacen, y mientras sigan mintiéndose a sí mismos y a los demás…
(Arḍ Al Ḥakkā ̕ īn, Tierra de cuentistas), Hanan Ahmed Al- Fayyadh, ARAB INSTITUTE FOR RESEARCH & PUBLISHING: 344 PP, 2023.
El título de la novela Tierra de cuentistas de la escritora qatarí Hanan Ahmed Al- Fayyadh atrae de forma especial al lector árabe y sintetiza en dos palabras lo que abarca toda la novela en su contenido.
Bajo forma de un título breve y muy corto, la escritora hace referencia a una historia con un potente transmisor de otras historias y vivencias narradas en una tierra singular como la de Nūrān. Un auténtico universo y escenario distópico que envuelve con su poder blando, suave y tierno al lector de la novela y lo introduce en una dinámica exclusiva; donde paulatinamente se sumerge en historias de gentes que ejercieron y practicaron el arte de la seducción, mediante la palabra narrada, gente que transmitió, gracias a su dominio y poder de la palabra, historias engañosas que reflejan lo que ellos mismos no suelen cumplir en el mismo universo donde deambulan y nada sienten.
Las expresiones y sus interpretaciones poseen en la novela poderes que no se pueden medir, y como son de narradores especiales de la tierra de Nūrān, sus expresiones se tintan en la novela de inteligencia seductora y caen a veces en la contradicción, así como en la paradoja de la memoria, para impregnar pensamientos incoherentes y discordantes.
Hanan Ahmed Al-Fayyadh eligió este título porque es una fórmula breve que refleja la compenetración existente entre el significado y el significante. Un título que nos centra en la interpretación de la literatura como discurso narrativo de atracción y fascinación al mismo tiempo, también como facultad de discurrir reflexiones seductoras y engañosas, en los textos más significativos y reveladores.
Los cuentistas de la Tierra de Nūrān no son cualquier narrador, son personajes que en sus cuentos cumplen necesariamente con todas las prácticas de ser cuentistas seductores, incluso cuando estén cumpliendo tareas de narradores embaucadores que engañan y atraen la atención de sus oyentes para ganar dinero de forma tramposa y falaz. La fuerza del mensaje de la autora Hanan Ahmed Al-Fayyadh en esta novela radica en esta bella estética estilística que hizo pasar y traspasar contradicciones existentes a la sociedad árabe. Una estética que marca el discurso y el oficio más antiguo y practicado por los árabes, cuando buscan cultivar la palabra con su dominio de la retórica.
Es cierto que en la cultura árabe, como nos expresa la novela, se vivieron momentos difíciles tras la intrincada época de recopilación de los hadices del profeta, e incluso tras el contexto histórico de reunión y compilación del propio texto coránico revelado. Sin embargo, esta misma cultura árabe entendió desde siempre, debido al contacto con otras naciones, la importancia de documentar los sucesos, de escribir y reescribir nuestra cultura narrada en una tierra de auténticos narradores capaces de eclipsar algunas escenas y situaciones de la memoria colectiva con el paso de los tiempos.
La novela, de más de 344 páginas, no se desvió en ningún momento del uso del lenguaje culto de los árabes, ya que con su elocuencia, elegancia y fuerza discursiva este mismo lenguaje introduce a su lector por sí solo en circunstancias tensas desde el principio hasta el final. Eso es así, mediante el uso de expresiones y términos claros, precisos con estilo muy retórico, pero a la vez muy concreto que sumerge a cualquiera en la reflexión infinita sobre el relato contado por el cuentista.
Mezclado el contenido de esta novela con la expresión y el lenguaje desvanecido de Hanan Ahmed al-Fayyadh, el estilo se hace elegante, cortés, obediente al propósito y a la experiencia humana vivida en la tierra de Nūrān. Sin lugar a dudas, se trata de un texto que reclama y defiende con mucha inteligencia, seriedad y profesionalidad, el mundo de la narración por la narración, el de hablar por hablar para seducir y detener, como si fuese la palabra una mujer que busca atrapar y a la vez embaucar a sus víctimas.
Mediante el estilo elegido, Hanan Al Fayyadh pone de relieve la clave y el propósito de su novela que plantea muchos problemas sociales del mundo árabe, como el clasismo, el racismo y las diversas restricciones de la vida social impuestas a las personas, sea por el miedo o por los tabúes existentes y heredados de un pasado lejano.
También la novela introduce a su lector en una imaginación sin limites de la vida dentro de setenta años, sobre todo en el caso de un grupo de árabes que huyen de una gran contienda que les rodeará, como resultado de la cual se asentarán en una isla extremista en el sur de Asia y establecerán en ella su propio estado. Aunque el espacio sufrió muchas mejoras y avances, los habitantes siguen prisioneros de este legado que muchas veces censura las relaciones humanas, como las restricciones en el amor con exageración en su definición. Estos son algunos de los temas apasionantes que nos ofrece la lectura de esta novela qatarí.