VIENTO,tú que recorres distancias sin cansancio. Que llevas en vuelos tantos milagros,llévale mi corazón, hasta el valle de sus sueños.
VIENTO, en este momento en que los huesos duelen. En que el quejido remplaza a la palabra. Dale la calma de tu brisa.
VIENTO si se sienta en el jardín entre las flores, Acércale el aroma de azahares y naranjospara que disfrute el perfume de la vida.
VIENTO y si puedes regalarme de nuevouna alegría, como el milagro de volver a nacer, besacon tu aliento la mejilla de mi amiga, como yo la haría, para despertar con un mimo una sonrisay sentir que aún quedan vuelos por volardetrás de tantas esperanzas NUNCA perdidas.