El Rey Mohammed VI de Marruecos realizó los días 1° y 2 de noviembre una histórica visita oficial a Sudán del Sur, el país africano más joven del mundo. La visita, de gran contenido solidario, derrumba los clichés malintencionados y desmitifica los prejuicios contra Marruecos.
El acontecimiento en sí histórico para la joven nación africana, es de gran simbolismo y merece ser conocido en todo el mundo, sobre todo allí donde se ha comprado baratísimo el respaldo al separatismo saharaui de parte de algunos países entre aquellos que, en algún momento de su historia, han sido objeto de una reivindicación parcial o total por sus vecinos.
Es el caso, por ejemplo, de la excolonia británica de Belice, hoy Estado soberano de América Central, pero que ha sido reivindicado por la vecina Guatemala, o de Guyana cuyo territorio es reclamado en sus dos terceras partes por Venezuela. Es también el caso de Timor Leste, separado de Indonesia.
Sudán del Sur es un Estado nacido de una separación en 2011 de Sudán del Norte, un país con el cual Marruecos mantiene excelentes relaciones de amistad y de cooperación en todos los ámbitos, tanto en lo bilateral como en el marco de la Liga Árabe y de la Conferencia Islámica.
Esto no le impide, sin embargo, prestar su ayuda a la joven nación soberana de Sudán del Sur que pasa desde 2013 por una grave crisis humanitaria. Durante la estancia, Mohammed VI hizo entrega al gobierno del presidente Salva Kiir Mayardit, de un hospital de campaña, instalado por las Fuerzas Armadas Reales (FAR) en la capital Yuba, dotado de equipos modernos y de altísima calidad.
El Hospital multi-especialidades con un personal médico y paramédico altamente calificado presta desde el pasado mes de enero servicios, entre otros, de pediatría, medicina interna, cirugía, cardiología, traumatología, odontología, oftalmología y otorrinolaringología.
La desinteresa ayuda sanitaria marroquí a Sudán del Sur es solo un pequeño ejemplo de lo mucho que Marruecos está aportando a este y otros países no solamente de África sino también de América Latina como Paraguay y Haití.
“Mi país comparte lo que posee, sin ostentaciones. En el marco de una colaboración ilustrada, Marruecos, actor económico de primer plano en África, será un motor del desarrollo compartido”, había destacado el Soberano, dos días antes, ante la 28° Cumbre de la Unión Africana (UA).
Mohammed VI ha reiterado que Marruecos opta por el camino de la solidaridad y de la paz y que el Reino se enorgullece de compartir su visión clara y constante de la cooperación Sur-Sur y de contribuir a la construcción de un futuro solidario y seguro. Reafirmó sobre todo el “compromiso a favor del desarrollo y de la prosperidad del ciudadano africano”.
Esto hace Marruecos sin afán propagandístico como acostumbran hacer ciertos países supuestamente progresistas.
(*) Periodista especializado en temas iberoamericanas.